Análisis económico del Banco de Bogotá. Con la elección de D. Trump como presidente de Estados Unidos, Investigaciones Económicas
Análisis económico del Banco de Bogotá.
Con la elección de D. Trump como presidente de Estados Unidos, Investigaciones Económicas (IE) espera llevar a cabo una serie de publicaciones en las que se analizarán los impactos que podrían tener las políticas del nuevo mandatario en cada uno de los frentes de la economía colombiana. En este análisis, IE estudia los efectos que traerían las medidas migratorias sobre el envío de remesas al país. Las remesas, como bien señaló IE a inicio de año (ver informe), se han convertido en un importante motor para la actividad productiva y las cuentas externas.
Desde los flujos de dólares, IE prevé que la entrada de remesas ronde los USD11,900 millones (M) en todo 2024, un máximo histórico. Después de la venta de petróleo, las remesas son el segundo mayor generador de dólares de la economía, funcionando como un destacado estabilizador de la tasa de cambio y el déficit externo. Desde la actividad, cálculos de IE en base a la GEIH revelaron que cerca de 9.6 millones de colombianos (18% del total) en 2023 se beneficiaron de estos flujos. De estos, un estudio del Banco de la República (ver) señaló que el 94% de los ingresos se destinan a consumo y, dado que después de la pandemia la demanda de los hogares se ha convertido en la base de la estructura económica del país (ver informe), es necesario analizar el futuro de las remesas y el impacto en la economía a través del consumo.
De la entrada de USD11,900 M por remesas en 2024, IE estima que cerca de USD6,300 M (53% del total) provendrían de Estados Unidos. Si bien la principal economía del mundo ha sido históricamente un originador sumamente importante para remesas que llegan al país (Gráfico 1), en los últimos años ha ganado aún más relevancia. En efecto, Estados Unidos pasó de representar el 45% de las remesas en 2019 a 53% en la actualidad.
El mayor flujo de remesas desde aquel país se ha dado tanto por un mercado laboral resiliente, como por una mayor migración de colombianos hacia este destino (Gráfico 2). Frente a la salida de colombianos, cálculos de IE en base a cifras de Migración muestran que, mientras en 2019 la salida neta a Estados Unidos y México (como noción de la entrada por la frontera) fue de 134 mil personas, en 2023 fue de 281 mil personas, más del doble de lo observado previo a la pandemia (Anexo 2). No obstante, esto fue un fenómeno global y no exclusivamente de los colombianos, pues en general los migrantes en Estados Unidos tuvieron un importante aumento desde 2021 (Gráfico 3). De hecho, según la Customs and Border Protection (CBP) de Estados Unidos, Colombia ha sido entre 2021 y 2024 el noveno país con mayores casos de cruces fronterizos hacia Estados Unidos (Anexo 1).
La victoria de D. Trump en las elecciones de Estados Unidos, con un discurso a favor de una política migratoria más estrictica mediante cierres fronterizos y deportaciones, representa un riesgo para el flujo de remesas dadas las afectaciones a la población migrante. A diferencia de lo sucedido en el anterior mandato (entre 2017 y 2021), donde Colombia no experimentó una disminución en la migración neta a Estados Unidos, o México (Anexo 4), actualmente D. Trump tiene mayorías en el Congreso y más experiencia para ejecutar sus promesas.
Si bien D. Trump ha señalado que hará la mayor deportación de la historia de Estados Unidos, expertos coinciden en que existen obstáculos legales y logísticos para cumplirla. Destacan que varios migrantes entran en asilo y ya los jueces anularon en 2018 la solicitud de D. Trump de restringir dichas solicitudes, una situación que no cambiaría en el nuevo mandato. Por su parte, las personas que son atrapadas suelen ser liberadas a la espera de nuevos procedimientos, dada la baja capacidad de la justicia para atender el gran número de casos. Si se añade que algunos migrantes nunca entran en contacto con las autoridades, generando un efeto nulo de las restricciones, entidades como Goldman Sachs anticipan que la administración de D. Trump solo logrará ralentizar el flujo neto de migrantes a un nivel levemente inferior al visto entre 2017 y 2019 (Gráfico 3).
En ese sentido, si la política de D. Trump lleva a que la salida neta de colombianos a Estados Unidos y/o México (como proxy de cruces fronterizos) retorne a los niveles previos a la pandemia, la llegada de remesas desde este país registraría una moderación frente a la tendencia creciente de los últimos años. Según cálculos de IE (Gráfico 4), entre 2025 y 2028, mientras la entrada remesas desde Estados Unidos habría gozado de ascensos anuales cercanos a 6% en un escenario sin D. Trump (contrafactual), ahora el avance puede ser más cercano a 3%.
En números, frente al escenario sin D. Trump, se dejarían de percibir remesas en 2025 por USD13 M ($0.5 billones (B)), ante el inicio de las medidas. Con la intensificación de las políticas, la brecha se iría ampliando frente al escenario sin D. Trump. En 2026 la diferencia sería USD36 M ($1.5 B), en 2027 de USD61 M ($2.5 B) y en 2028 sería USD88 M ($3.7 B). Es decir, en todo el mandato (los 4 años) se dejaría de percibir una potencial entrada de remesas por USD2,000 M ($8.3 B), equivalente también a 0.5% del PIB, afectando la tendencia de recuperación de la economía local, en especial del consumo de los hogares. No obstante, IE resalta que las remesas seguirán creciendo en la medida que los límites legales y operativos limiten las restricciones migratorias.
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