Cambios en la medición del trabajo infantil en Colombia

Cambios en la medición del trabajo infantil en Colombia

A pesar de importantes logros alcanzados en los últimos años, Colombia aún enfrenta desafíos para alcanzar la meta de los

A pesar de importantes logros alcanzados en los últimos años, Colombia aún enfrenta desafíos para alcanzar la meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de erradicar por completo el trabajo infantil para el año 2025.

 

Por eso, en un evento realizado en el DANE, se presentaron los cambios en la medición del del trabajo infantil en Colombia que, nos permiten tener una visión más clara y precisa para la formulación de políticas públicas efectivas” según César Mauricio López Alfonso, director de la Dirección de Metodología y Producción Estadística del DANE.

El ajuste metodológico en la encuesta que permite medir el trabajo infantil incluye el trabajo doméstico no remunerado y las actividades de cuidado, lo que ha permitido visibilizar la carga desproporcionada que recae sobre las niñas y adolescentes. Esto pone de manifiesto la necesidad de abordar los estereotipos de género y los roles sociales asignados a lo femenino en la prevención del trabajo infantil.

 

Por lo anterior, con el ánimo de generar diálogos basados en evidencia, el DANE, el Ministerio de Trabajo, la OIT y UNICEF sumaron esfuerzos para estructurar una Nota Estadística (que próximamente será publicada) sobre la cual giró el diálogo hoy en el evento “El trabajo infantil en Colombia: retos y oportunidades para el cumplimiento de la meta 8.7 de los ODS”.

En el marco de dicho evento el DANE presentó las modificaciones de la medición y destacó las cifras que hoy se tienen disponibles para la generación de políticas públicas.  Pues el trabajo infantil es una problemática global que afecta a millones de niños, niñas y adolescentes en todo el mundo, comprometiendo su desarrollo físico, emocional y educativo, y con ello, sus derechos fundamentales; realidad de la que Colombia no es ajena,  a pesar de los avances significativos en la materia, aún hay retos a nivel territorial y que involucran también: el enfoque diferencial e interseccional.  Así pues, la meta de eliminar el trabajo infantil aún está lejos de alcanzarse por completo, y esto es también un llamado a que sigamos combatiendo esta problemática. 

Los cambios

“Los temas más relevantes con este ajuste es precisamente la ampliación del concepto de Trabajo Infantil al incluir la medición de trabajo doméstico no remunerado y la medición de actividades de cuidado no remunerado en la Gran Encuesta Integrada de Hogares”, explicó César Mauricio López Alfonso, director de la Dirección de Metodología y Producción Estadística (DIMPE) del DANE.

Y agregó que, con relación a la medición específica y a estas nuevas metodologías de medición de trabajo infantil, se destacan cifras como la reducción, entre el año 2022 y 2023, se redujo en 113.000 niños y niñas adolescentes que realizaron trabajo doméstico no remunerado en su hogar por 15 horas o más en 2023, respecto al mismo período del año anterior y 114.000 con relación a la tasa de trabajo infantil ampliado, cuando incluimos el criterio de actividades de cuidado en los hogares. Debemos anotar que la medición de Trabajo infantil en todas sus dimensiones viene disminuyendo y así se observó en las tasas tanto en el indicador estándar como estas dos ampliadas entre el 2022 y el 2023.

A su vez, a nivel nacional el DANE publica las cifras oficiales de trabajo infantil, a partir de la información recolectada en la Gran Introducción Encuesta Integrada de Hogares (GEIH), para la población de 5 a 17 años que trabaja y aquella que se dedica al trabajo doméstico y de cuidado no remunerado.

Al respecto, Isabel Agatón Santander, subdirectora de Protección Laboral de la Dirección de Derechos Fundamentales del Ministerio del Trabajo, destacó el aporte de la Gran Encuesta Integrada de Hogares y los pertinentes ajustes que hizo el DANE. “Es fundamental porque ha permitido ver como el trabajo infantil afecta de manera particular a las niñas y a las adolescentes pues mide el trabajo doméstico y de cuidado, remunerado y no remunerado, lo que es clave desde la política pública de prevención y disminución del trabajo infantil”.

Al respecto de la carga que implica el trabajo doméstico y el trabajo de cuidado para las niñas y adolescentes residentes en Colombia,  Rocío Mojica, oficial de Protección del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), señaló que “la nueva medición de trabajo infantil ampliada es un aporte muy importante para el país por evidenciar dicha carga que tiene que ver con los estereotipos de género, los roles sociales asignados a lo femenino, a las niñas y a las adolescentes y da una hoja de ruta de factores que tenemos que abordar cuando hablamos de trabajo infantil y la prevención del mismo”.

“Desde el Ministerio de Trabajo, hemos venido incorporando el enfoque de género, que se enfoca en prevenir esta naturalización mediante la cual, históricamente, han sido las niñas, las adolescentes y las mujeres quienes han realizado este tipo de trabajo doméstico y de cuidado. Y además del enfoque de género hemos incluido el enfoque étnico y el migratorio, también relacionado con el nuevo dato que trae la Encuesta Integrada de Hogares, pues los niños y niñas de estas comunidades indígenas y la población afrodescendiente son quienes están mayormente expuestos al trabajo infantil”, agregó Agatón Santander.

Y de la misma forma, destacó que la meta es “seguir avanzando en la disminución del trabajo infantil, pues si bien obtuvimos un descenso muy importante en el 2023, en comparación con el 2022, dejando hoy la tasa en 2,9%. La idea es que al 2025 podamos llegar a la reducción total, es decir ningún niño o niña adolescente en situación de trabajo infantil, que es la meta del Ministerio del Trabajo, en armonía total con los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.

Es un tema específico que tenemos que trabajar y que esta medición nos da la oportunidad de visibilizar, nos evidencia y nos hace también un llamado en el avance de las metas para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, agregó la subdirectora de Protección Laboral del Ministerio de Trabajo.

Finalmente, Teresa Torres, coordinadora de la Oficina de la OIT para los Países Andinos en Colombia, señaló que “para detener el trabajo infantil, se debe interrumpir el ciclo de la pobreza, promover el trabajo decente y garantizar una protección social inclusiva. Es esencial que continuemos avanzando en la visibilización estadística del trabajo infantil y que combinemos estos esfuerzos con campañas de sensibilización para combatir su aceptación”.

Y agregó que, en el marco del día mundial contra el trabajo infantil, “desde la OIT hacemos un llamado a todos los actores a renovar nuestro compromiso y redoblar nuestros esfuerzos. Unidos, podemos construir un futuro donde ningún niño o niña se vea forzado a trabajar y donde todos puedan crecer, aprender y soñar con un mejor porvenir”.

Las 14 cifras más destacadas

Durante el evento que se realizó a propósito del día mundial del trabajo infantil, César Mauricio López, director de DIMPE del DANE destacó cifras como:

1.           En el cuarto trimestre de 2023, la población de 5 a 17 años representó el 20,8% de la población total del país.

2.           La definición de trabajo infantil incluye a niños, niñas y adolescentes entre 5 y 17 años que trabajaron al menos 1 hora remunerada o no remunerada en la semana de referencia.

3.           El trabajo infantil ampliado suma la población de 5-17 años que trabajó más los que hicieron trabajo doméstico/cuidado no remunerado por 15 horas o más a la semana.

4.           Entre octubre-diciembre 2023 había 310 mil personas de 5-17 años trabajando, 57,3% en zonas rurales y 42,7% en cabeceras.

5.           En ese trimestre, el 71,9% de los niños y adolescentes que trabajaban eran hombres y 28,1% mujeres.

6.           La tasa de trabajo infantil nacional fue 2,9%, siendo mayor en hombres (4,1%) que en mujeres (1,7%).

7.           La tasa de trabajo infantil fue más alta en el grupo de 15-17 años (9,6%) que en el de 5-14 años (0,9%).

8.           Las principales razones para trabajar fueron: tener su propio dinero (37,1%), participar en la actividad económica familiar (33,3%) y ayudar con gastos del hogar/estudio (15,7%).

9.           Considerando el trabajo infantil ampliado por trabajo doméstico no remunerado, había 1,07 millones de niños y adolescentes trabajadores.

10.         En el trabajo infantil ampliado por trabajo doméstico no remunerado, el 61,6% eran mujeres y el 38,4% hombres. 

11.         Incluyendo el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, 1,24 millones de personas de 5-17 años se encontraban en situación de trabajo infantil ampliado.

12.         El 60,4% de quienes trabajaban en sentido amplio por labores domésticas/cuidado eran mujeres y 39,6% hombres.

13.         La tasa de trabajo infantil ampliada por trabajo doméstico no remunerado fue 11,6% a nivel nacional, siendo mayor en mujeres (12,7%) que en hombres (9,0%).

14.         Considerando el trabajo doméstico/cuidado no pagado, la tasa de trabajo infantil ampliada alcanzó 29,1% en el grupo de 15-17 años.

Alirio Aguilera
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