A medida que la dinámica del comercio internacional experimenta profundos cambios influidos por la evolución de los patrones de oferta y demanda, las condiciones geopolíticas y el aumento de las tensiones internacionales, las empresas revisan su huella internacional.

Colombia ofrece un atractivo polivalente para las empresas que buscan mejorar su resiliencia operativa y aprovechar los puntos fuertes de la región en el panorama del nearshoring. Según el estudio de Deloitte, el mercado del nearshoring experimentará una tasa de crecimiento anual compuesto (TCAC) del 10,3 % de 2021 a 2025. Además, según estimaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el nearshoring puede aumentar las exportaciones mundiales de América Latina y el Caribe en 78 000 millones de dólares anuales.

Nearshoring se refiere a la práctica de externalizar procesos empresariales de fabricación a un país cercano, la mayoría de las veces dentro de la misma región geográfica o continente. Una característica clave del nearshoring es la proximidad geográfica entre la empresa de subcontratación y el proveedor de servicios o fabricante. Esta proximidad ofrece ventajas en cuanto a costes de transporte, agilidad debido a las zonas horarias y afinidad cultural, lo que contribuye a mejorar la colaboración y la comunicación.

Actualmente, una amplia gama de industrias, incluidos los sectores de textil, farmacéutico, energías renovables y TI, se benefician de la creciente demanda de este tipo de servicios. Aunque generalmente América Central es quien tiene una fuerte presencia en el servicio de nearshoring, otros países también están experimentando un crecimiento de las exportaciones a través del nearshoring. Se prevé que la consolidación del nearshoring produzca beneficios sustanciales en toda la región, contribuyendo a la recuperación económica y a la ralentización de la inflación al reorientar las inversiones, recuperando entre 30 000 y 50 000 millones de dólares que antes se destinaban a Asia.

“En lo que respecta al nearshoring y al reshoring, Colombia se encuentra en la intersección de un gran potencial, pero con retos notables. La proximidad geográfica, la alineación cultural y las ventajas de costos pueden hacer que sea una buena opción para las empresas que buscan diversificar sus cadenas de suministro. Sin embargo, para aprovechar al máximo este potencial, las partes interesadas deben enfrentarse a retos multifacéticos”, afirma Andres Fonseca Perdomo, Gerente de Ventas Integradas para el Área Andina de Maersk.

Aunque Colombia es atractivo destino de nearshoring, también presenta algunos retos para liberar todo su potencial, como lo es las complejidades en la infraestructura logística y un déficit de cualificaciones y la adecuación del talento a las necesidades de la industria. “Fomentando los esfuerzos de colaboración y aplicando políticas sólidas, e invirtiendo en las infraestructuras y el capital humano, Colombia tiene capacidad no solo para hacer frente a estos retos, sino también para destacar en el nearshoring y triunfar en el sector logístico mundial” concluye Fonseca Perdomo.