26 propuestas para recordar las pasiones, los conflictos y las luchas que definen nuestra existencia. El drama, en todas
26 propuestas para recordar las pasiones, los conflictos y las luchas que definen nuestra existencia.
El drama, en todas sus formas, será el protagonista del Festival Internacional de Artes Vivas, FIAV Bogotá. Este género, que por definición conecta con las emociones más profundas y las realidades más complejas de la vida, se podrá apreciar a través de una serie de obras que, aunque diversas en sus temáticas y enfoques, comparten una misma esencia: la capacidad de reflejar y cuestionar la condición humana.
Desde Brasil llegan ‘Sueño’ de la Heróica Companhia Cénica, que reinterpreta el clásico de Shakespeare, ‘Sueño de una noche de verano’, situándolo en el turbulento escenario del golpe de Estado en Chile de 1973, ‘Caranguejo Overdrive’ de Aquela Companhia de Teatro, donde un antiguo combatiente regresa a un Río de Janeiro irreconocible tras la Guerra del Paraguay y ‘Sísifo’ de la compañía A Sarau, una tragedia griega que resurge con un estilo contemporáneo para reflejar el caótico mundo hiperconectado.
Esta exploración de la repetición conecta con ‘Vitalicios’ de Instante Teatro, en la que el drama emerge no solo como una lucha contra fuerzas externas, sino como una batalla interna contra la monotonía y la absurdidad de la existencia.
La crítica social se despliega con ferocidad en puestas en escena como ‘Protocolo del quebranto’ de Unahoramenos Producciones y ‘El cerco de Leningrado’ de Instante Teatro. En la primera, los horrores de la guerra son retratados a través de un fotoperiodista herido que se enfrenta a las crudas realidades de un campo de batalla, mientras que en la segunda, dos mujeres se aferran a un teatro en ruinas, resistiendo tanto las fuerzas externas como las contradicciones internas de sus propias ideologías.
Las obras del Festival se adentran en terrenos donde la comedia se mezcla con lo trágico, como en el caso de ‘Zombi Manifiesto’ de Santiago Sanguinetti, una sátira que utiliza el humor negro para abordar temas de conciencia de clase y venganza en un contexto posmortem y ‘Misericordia’ una coproducción entre Emma Dante y Piccolo Teatro, en la que la brutalidad de la vida y la capacidad de resiliencia se reflejan en la historia de tres mujeres que luchan por sobrevivir.
La cuota capitalina también converge en su capacidad de explorar el dolor, la injusticia y la búsqueda de significado en contextos de conflicto y pérdida. ‘Espectros, una cartografía de la peste’ del Teatro de la Memoria, es un recorrido inmersivo que lleva al público a reflexionar sobre la vida y la muerte en una sociedad distópica. Siguiendo la misma línea temática, ‘Espectro, un cuerpo que se resiste a desaparecer’ de El Hormiguero Teatro, indaga sobre el duelo, la desaparición y la ausencia de un ser querido.
La identidad y la resistencia son centrales en ‘Electra’, de Ditirambo Teatro, una adaptación de la tragedia griega que examina la venganza y la justicia, y en ‘El cadáver de pensarte’, un unipersonal dirigido por William Guevara que reinterpreta la figura histórica de Manuelita Sáenz desde una perspectiva intimista.
‘Cementerio de elefantes’, una tragedia contemporánea de La Navaja de Ockham, que narra el encuentro de dos personajes atrapados por sus traumas y oscuros secretos en un caluroso verano madrileño y ‘Todos eran mis hijos’ de la Compañía de El Señor M., que adapta el drama de Arthur Miller a la Colombia de finales del siglo XX, explorando la corrupción y la violencia en un contexto familiar.
La cruda realidad de la violencia contra la comunidad LGBTIQ+ en Colombia se enfrenta en ‘Esta cabeza mía que no se puede callar’ de La Maldita Vanidad. Basada en testimonios reales, la pieza actúa como un espejo de la violencia y la discriminación que aún persiste, confrontando al espectador con las cicatrices dejadas por años de conflicto y represión.
‘¿Quién es Margarita León? O el lugar al que pertenecemos’ de Regia Colectivo y ‘Lobo’, de Los Animistas, actúan como un espejo de las cicatrices y desafíos persistentes de la sociedad, revelando la lucha por la verdad, la justicia y la reconciliación en un mundo afectado por la violencia y la opresión.
En el Festival las adaptaciones resaltan por su capacidad para traer a la vida textos clásicos y literarios con una nueva perspectiva. Por un lado, ‘¡Ay Carmela!’ de Umbral Teatro ofrece una adaptación del reconocido clásico del teatro español contemporáneo. ‘La vorágine’ de Teatro Tierra adapta la novela épica de José Eustasio Rivera. Este clásico de la literatura colombiana, que narra la dura realidad de la selva amazónica y la vida de los caucheros, encuentra una nueva forma de expresión en el escenario.
Finalmente ‘Negro’, de La Congregación Teatro, que lleva al espectador a un oscuro viaje por las heridas de la infancia y la violencia familiar, que toca temas como el racismo y la homofobia a través de la mirada de un niño.
En la misma línea, ‘Camilo’ del Teatro La Candelaria presenta una visión multifacética de Camilo Torres, un personaje clave en la historia colombiana, combinando danza, música y teatro para explorar sus diversos roles como sacerdote, sociólogo y guerrillero y, ‘Mantener el juicio (Una obra con la JEP)’ de Teatro Petra, se adentra en los procesos judiciales y de reconciliación, basándose en relatos reales de confesiones ante la JEP (Jurisdicción Especial para la Paz).
El legado cultural y artístico se manifiesta en dos homenajes significativos: ‘Bosquejos incultos’ de TECAL, que rinde tributo a la artista Débora Arango y su resistencia a través del arte en tiempos de violencia política y social; y ‘Actos de desaparición. Diarios cruzados con Santiago García’ de Rotundo Vagabundo, que celebra al director y su impacto en el teatro moderno colombiano.
La tragedia y el conflicto personal está presente en ‘Colombian Psycho’ del Teatro Libre, una adaptación de la novela de Santiago Gamboa que cuestiona una sociedad dominada por la corrupción y la violencia a través de un thriller intenso con música en vivo y efectos sonoros y, ‘La Pola ardiente’ de Sandro Romero Rey revive a la heroína Policarpa Salavarrieta, fusionando historia y autoficción para ofrecer una visión contemporánea y crítica de su figura.
El Festival Internacional de Artes Vivas de Bogotá, es el resultado de una alianza entre la Presidencia de la República y la Alcaldía Mayor de Bogotá y está organizado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes; la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá y la Cámara de Comercio de Bogotá.
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