La planta de producción de Cueros Vélez cuenta con más de 6 reconocimientos y certificaciones que la consolidan como epicentro
La planta de producción de Cueros Vélez cuenta con más de 6 reconocimientos y certificaciones que la consolidan como epicentro
de sostenibilidad, circularidad e innovación en el continente americano. El más reciente es la renovación del Sello de Moda Sostenible Categoría Oro, que destaca
de su operación y procesos amigables con el medioambiente, destacando a la compañía por su liderazgo y promoción de la moda consciente.
De acuerdo con Fenalco Solidario, para 2030 se espera que más de 5.000 organizaciones adopten procesos sostenibles ratificando la importancia de mitigar
el impacto al medio ambiente desde toda la industria. Bajo esta premisa, Cueros Vélez ha trabajado desde el año 2016 en diferentes estrategias a través de su
planta de producción ubicada en Amagá – Antioquia – convirtiéndose en un referente internacional gracias a sus procesos con tecnología de vanguardia y
materias primas que cumplen con altos estándares de calidad para el entorno y las personas.
“En Cueros Vélez creemos en una industria amigable con el medio ambiente, creando diferentes escenarios y procesos que nos permitan ir en línea con nuestro
propósito. Es por esto que contamos con altos estándares ambientales y optimizamos el consumo de agua por piel procesada en un 40% menos respecto a
otras producciones tradicionales. Además, nuestra manufactura es artesanal, permitiéndonos reciclar las materias primas y obtener menos residuos sólidos en la
cadena de valor”, expresó Kenverly Quintana, jefe ambiental y de sostenibilidad de la marca.
Entre el 2016 y el 2024 la compañía ha implementado diferentes estrategias de producción y consumo sostenible, con el fin de cambiar la percepción hacia el
sector curtidor y el sector moda; entre las medidas implementadas se encuentra la sustitución de sustancias químicas base solventes a base agua en un 80% y así
mismo, reutiliza el 90% de las sales de cromo trivalente empleadas durante el proceso de curtido de pieles, impidiendo que lleguen a las aguas que son vertidas
a las fuentes hídricas. También, todos los residuos sólidos que genera la planta son concebidos como subproductos, los cuales son reincorporados a la cadena de
valor para la elaboración de nuevos productos no solo de Vélez si no de otras cadenas de valor.
Así mismo, la planta de tratamiento de aguas residuales procesa el 100% de las aguas removiendo hasta un 98% de la carga contaminante y recirculando el 20%
del agua a diferentes procesos internos. También la marca mejora las condiciones físico-químicas de los vertimientos líquidos para ser reutilizados en el proceso
productivo.
Para el segundo semestre de 2025 Cueros Vélez pondrá a punto un proyecto de instalación de 922 paneles solares en su planta con el fin de obtener una eficiencia
energética del 20% y evitar la emisión de 413 toneladas de Co2 al año, incentivando la moda consciente en sus consumidores, colaboradores y otros
actores de la industria.
Con sus estrategias ambientales, la marca recibió recientemente la máxima distinción del Pacto por la Calidad del Aire, con el distintivo Nivel Nitrógeno Plus.
Adicionalmente, se le ha otorgado el sello de sostenibilidad en la categoría AAA por CORANTIOQUIA y el certificado en la categoría Oro del Sello de Moda
Sostenible de CO2CERO.
Durante 38 años Cueros Vélez se ha consolidado como una marca empleadora que genera nuevas oportunidades de progreso para las regiones donde opera.
Más del 73% de los colaboradores de la planta de producción de Amagá son residentes de este municipio y un 32% son mujeres que lideran los diferentes
procesos de tratamiento y creación artesanal.
La compañía promueve el desarrollo de las comunidades a través de iniciativas como Girl Powered, un semillero de robótica del municipio liderado por estudiantes
y docentes de más de 10 Instituciones educativas del municipio y patrocinado por Cueros Vélez. Así mismo, ha consolidado una alianza con el Centro de Ciencia y
Tecnología de Antioquia – CTA – y el SENA, en la que más de 30 mujeres se han formado en marroquinería y han aprovechado el cuero excedente de la
producción de la compañía para sus emprendimientos.
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