Algunos factores de su vida cotidiana como el lugar donde vive o trabaja, pueden tener un impacto en su salud
Algunos factores de su vida cotidiana como el lugar donde vive o trabaja, pueden tener un impacto en su salud y bienestar, ya que estos aspectos determinan en gran medida su acceso a atención médica, educación, oportunidades y apoyo social. Esto es particularmente relevante cuando se trata de la salud nutricional, que ocurre cuando las personas no reciben los nutrientes correctos en las cantidades adecuadas. La malnutrición ocurre tanto en niños como en adultos, en personas con bajo peso y sobrepeso, y puede tener un impacto crucial en la salud.
Los actores sociales que trabajan en pro de fomentar que las comunidades estén saludables se rigen usualmente por dos principios: mejorar los resultados en salud de las personas y optimizar los recursos para brindar esa atención.
Cuando una intervención o tratamiento mejora la salud de un paciente, también ayuda a optimizar el costo general de la atención para los sistemas de salud. Sin embargo, mejorar los resultados de salud y optimizar costos, incluye un elemento que a menudo se pasa por alto y que tiene el potencial de limitar o promover el éxito en ambos frentes: la nutrición.
Comprender y abordar el estado nutricional de los pacientes suele ser un componente clave para mejorar los resultados de salud, reducir la duración de las estancias hospitalarias, y mejorar el uso de los recursos.
La carga de la malnutrición
Ya sea por desnutrición o sobrenutrición, los efectos de la malnutrición pueden ser perjudiciales para lograr una buena salud y son costosos tanto para las personas como para los sistemas de salud. Un análisis reciente realizado en Colombia muestra cómo la aplicación de un programa nutricional especial a adultos ambulatorios, desnutridos o en riesgo de desnutrición, tiene el potencial de ahorrar al sistema de salud colombiano más de $862 millones de dólares (aproximadamente 3.147 millones de COP) al año, una reducción del 36% por paciente en comparación con aquellos que no recibieron este tipo de intervención.[1]
“La atención nutricional integral incluye pruebas de tamizaje; educación para los pacientes y los cuidadores; promoción de la actividad física; y asesoramiento dietético e intervención nutricional especializada, que proporcione los nutrientes que cada paciente necesita. Este cuidado especial puede mejorar la salud general y optimizar el uso de recursos de atención en hospitales, clínicas ambulatorias y entornos de atención comunitaria”, dijo la Dra. Claudia Sánchez, directora médica de Abbott en Colombia.
¿Qué tener en cuenta en la consulta? Un modelo para abordar la malnutrición
Los profesionales en salud a menudo solo tienen unos minutos para encontrarse con sus pacientes, lo que significa que muchos pueden sentir que no tienen suficiente tiempo para discutir temas importantes como la nutrición. Al implementar programas de nutrición simples pero integrales, los profesionales pueden detectar la desnutrición, evaluar el riesgo y determinar rápidamente si se necesita una intervención adicional. Este modelo incluye un enfoque de tres pasos:
- Evalúe a los pacientes para determinar el riesgo de desnutrición: haga algunas preguntas para evaluar la desnutrición o la sobrenutrición, entre ellas: ¿Ha cambiado su dieta? ¿Ha perdido o aumentado peso sin proponérselo? ¿Ha experimentado una enfermedad reciente?
- Comunique un plan de atención nutricional personalizado: cree un plan personalizado para personas en riesgo de desnutrición para ayudarlos a obtener los nutrientes que necesitan.
- Brindar educación nutricional: fomente la curiosidad en los pacientes y cuidadores sobre la importancia de la nutrición y de los hábitos saludables.
Intervenciones nutricionales en acción
“La desnutrición sigue siendo un desafío para la salud y el desarrollo a largo plazo de los niños”, dijo la Dra. Sánchez. “Una herramienta simple llamada cinta MUAC z-score se desarrolló precisamente en respuesta a la necesidad de una estimación de un solo paso del estado nutricional en un amplio rango de edad y tipo de cuerpo (desde los 2 meses hasta los 18 años), sin necesidad de tablas de referencia y calculadoras”.
La cinta MUAC z-score simplifica la detección de la desnutrición en entornos complejos debido a su simplicidad y método fácil de usar. La entrega de más de 16.000 de estas cintas, así como entrenamiento a los profesionales[2], han facilitado la detección de la malnutrición infantil en varios países, incluyendo varias zonas de Colombia.
Del mismo modo, el trabajo conjunto entre el Centro para Soluciones en Malnutrición de Abbott y la Fundación del Real Madrid en ciudades como Barranquilla y Armenia está introduciendo este dispositivo en áreas vulnerables y promoviendo el acceso a tamizaje e intervenciones nutricionales oportunas. En 2023, la Fundación Real Madrid examinó a más de 350 niños[3] a través de sus Escuelas Sociodeportivas en Colombia, al tiempo que educó a los niños sobre la prevención de enfermedades no transmisibles como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
“Las asociaciones innovadoras que aportan nuevas herramientas y capacitación a las comunidades ayudan a fortalecer la respuesta local a la desnutrición”, dijo Ann Smith, codirectora del Centro de Soluciones en Malnutrición de Abbott. “El objetivo de Abbott a través de este Centro es ayudar a más familias y comunidades en todo el mundo a identificar, tratar y prevenir la desnutrición”.
Colombia es uno de los 11 países del mundo donde Abbott está trabajando con la Fundación Real Madrid para facilitar la detección y educar sobre la prevención de enfermedades no transmisibles a través del plan de estudios de la iniciativa “Future Well Kids”.
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