Análisis del equipo económico del Banco de Bogotá El 7 de noviembre varios medios de comunicación informaron que, en
Análisis del equipo económico del Banco de Bogotá
El 7 de noviembre varios medios de comunicación informaron que, en línea con el llamado de Investigaciones Económicas (IE) del pasado 25 de octubre (ver informe), el Gobierno realizaría un nuevo recorte de gasto para honrar la Regla Fiscal (RF) en 2024. En efecto, varios medios señalaron que el presidente, G. Petro, habría dado aval al Ministerio de Hacienda para ajustar el gasto público en cerca de $33 billones (B). De este monto, $20 B obedecerían a la oficialización del recorte presupuestal de los recursos congelados a finales de mayo (ver informe), y los $13 B restantes serían resultado de la estimación preliminar del Gobierno del faltante de ingreso por el menor recaudo tributario respecto a la meta trazada. Si bien la noticia no ha sido oficializada, la materialización de la misma representaría un cambio sustancial para el cumplimiento de la RF.
El Gráfico 1 muestra que, de confirmarse la primicia, el recorte del gasto en funcionamiento e inversión del Gobierno, al excluir las transferencias al Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles (FEPC), sería de $63.8 B en todo el 2024 (frente a la asignación aprobada en el Presupuesto General de la Nación-PGN). De hecho, el Gráfico 1 también sintetiza los momentos en los cuales el Gobierno se ha comprometido a ajustar su gasto; algunos de forma explícita (barras verdes) y otros de manera deductiva (barras rojas), pues fueron resultado de comparar los supuestos de gasto del Plan Financiero (PF) y el Marco Fiscal (MFMP) respecto a los del PGN.
Sin embargo, existen matices que ponen en tela de juicio si el Gobierno podrá concretar el ambicioso recorte de gasto. Por ejemplo, en febrero, con la actualización del PF, la Nación se comprometió a ajustar en $20.1 B su gasto primario sin FEPC. Dado que en aquel momento no hubo un decreto que confirmara dicho recorte, se infirió que la estrategia para lograr este objetivo era a través de una subejecución presupuestal. De hecho, en la publicación del MFMP, las autoridades anunciaron un ajuste adicional en el gasto primario sin FEPC frente al PF de $30.7 B ($50.8 B de recorte acumulado hasta el momento). Acá, $20 B estuvieron soportados por el Decreto 677 de 2024 donde el Ministerio de Hacienda congeló recursos del PGN por dicho monto. Así, los $10.7 B restantes se relacionarían, nuevamente, con una estrategia de subejecución. En noviembre, medios de comunicación dieron a conocer que el Gobierno realizaría un nuevo decreto de recorte presupuestal en $33 B, donde $20 B serían explicados por la reducción oficial de los recursos congelados a finales de mayo (Decreto 677), y $13 B se relacionarían con un ajuste de gasto en respuesta al bajo recaudo tributario en el segundo semestre, donde el faltante en ingresos rondaría el monto a recortar ($13 B). En ese sentido, queda claro que, del total del ajuste de gasto por $63.8 B, $33 B estarían respaldados por un decreto mientras que los otros $30.8 B se darían mediante la estrategia de subejecución.
En el pasado, IE manifestó que se necesitaba de un ajuste inédito del gasto para honrar la RF. En el informe (ver informe) se manifestó que, para cumplir la RF e incorporando un ajuste de gasto adicional por $12 B por el faltante en ingresos tributarios, el Gobierno tenía un límite de gasto primario entre septiembre y diciembre de $80.5 B. De estos, $7.7 B eran por pago de FEPC y $72.8 B en gasto en funcionamiento e inversión. El Gráfico 2 muestra que, de darse el nuevo recorte, el límite sería ahora de $71.8 B. Por lo tanto, el Gobierno se estaría comprometiendo a realizar una reducción anual de su gasto primario en cerca de -40% para el último cuatrimestre frente a 2023, en línea con el llamado realizado por IE. Es más, al actualizar los límites de ejecución presupuestal, se mantiene la conclusión de la publicación realizada por IE meses atrás (ver informe). En particular, los compromisos de gasto superan el umbral, pero las obligaciones de pago, que al final es el gasto efectivo, no. Así, honrar la RF estará en función de que los proyectos que han generado una reserva presupuestal (compromisos), no se terminen ejecutando y no generen una obligación de pago. Por el momento, se estaría cumpliendo con la RF (Gráfica 3).
Así, IE manifiesta que, de confirmarse el nuevo ajuste, el Gobierno estaría confirmando su compromiso de honrar la RF, algo positivo para el país. De hecho, como se mostró, las cifras respaldan lo anterior (Gráfico 3). La noticia es positiva y ya los mercados han reaccionado favorablemente con una menor prima de riesgo país, una reducción en las tasas de la deuda pública y una revaluación de la tasa de cambio.
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