Un reciente estudio liderado por Lina María Valencia, docente de derecho del Politécnico Grancolombiano, explora un tema crucial en la
Un reciente estudio liderado por Lina María Valencia, docente de derecho del Politécnico Grancolombiano, explora un tema crucial en la era digital: el derecho a la desconexión laboral en el contexto del teletrabajo. La investigación “El Teletrabajo y el derecho a la desconexión digital” busca responder si, en la práctica, este derecho está siendo respetado y qué desafíos enfrentan los trabajadores para hacerlo efectivo.
El teletrabajo es una modalidad laboral que permite a los trabajadores desempeñar sus funciones fuera de las instalaciones físicas de su empleador, gracias al uso de tecnologías de la información y las comunicaciones. Según el Quinto Estudio de Percepción y Penetración del Teletrabajo realizado en 2020, en Colombia 17.253 empresas implementaron esta modalidad, alcanzando un total de 209.173 teletrabajadores en el país.
Aunque esta flexibilidad ha generado múltiples beneficios, como el aumento de la productividad y la inmediatez, también ha presentado un desafío significativo: la difusa delimitación entre la vida laboral y personal. Destaca que muchos teletrabajadores son interrumpidos durante sus periodos de descanso a través de correos electrónicos, mensajes o llamadas, lo que afecta negativamente su bienestar y descanso.
¿Sí se está respetando ese derecho de los colombianos?
El derecho a la desconexión laboral en Colombia ha sido un paso adelante en la protección de los trabajadores en la era digital a través de la Ley 2191 de 2022, buscando garantizar que no sean contactados fuera de su jornada laboral ni durante sus periodos de descanso. La investigación revela que Colombia cuenta con garantías jurídicas para proteger el derecho a la desconexión laboral, especialmente en el teletrabajo, mediante normativas que buscan definir claramente las jornadas laborales y asegurar el descanso de los trabajadores.
Sin embargo, aclara que, en el contexto actual de la era digital, la constante conexión a plataformas tecnológicas ha difuminado la línea entre la vida laboral y personal, afectando la salud de los teletrabajadores tanto a nivel físico como psicosocial. Además, hace énfasis en los cargos conocidos como “de dirección o confianza”, que en la normativa permiten excepciones, sin embargo, alerta que este concepto está siendo mal utilizado en las organizaciones para evadir la norma, favoreciendo que se vulneren los tiempos de descanso bajo el pretexto de la disponibilidad laboral.
“Las empresas y entidades públicas deben implementar políticas claras y rigurosas que aseguren el derecho de desconexión de sus trabajadores. Es un derecho que ya está reconocido por la ley, pero en la práctica, vemos cómo muchas personas continúan siendo contactadas fuera de su jornada laboral, lo cual afecta gravemente su bienestar. Este derecho no puede quedar como letra muerta”, señala la profesora Valencia.
La investigadora además aclara que el incumplimiento de la ley desconexión laboral por parte del empleador, cuando se torna repetitiva puede llegar a configurarse como una conducta de acoso laboral. Sin embargo, aún quedan por definirse mecanismos de control más concretos y eficaces para garantizar el respeto por la desconexión laboral y el descanso.
Retos y recomendaciones para el futuro
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) prevé un aumento del teletrabajo, destacando su importancia para el crecimiento empresarial y económico. Por ello, es fundamental promover el diálogo social entre gobiernos, empresas, instituciones y sindicatos para fortalecer la protección de la salud de los teletrabajadores y su derecho al descanso y a la desconexión digital.
La profesora Valencia subraya la importancia de establecer controles más estrictos y mecanismos que permitan a los teletrabajadores desconectarse sin temor a repercusiones laborales. Además, recomienda la necesidad de una mayor sensibilización tanto entre empleadores como empleados sobre la importancia de respetar estos límites, y de cómo la desconexión contribuye al bienestar físico y mental de los trabajadores.
“La legislación colombiana ha avanzado en la protección de este derecho, pero es esencial que las empresas tomen un rol más activo en su implementación. El teletrabajo no debe ser sinónimo de disponibilidad permanente y el derecho al descanso debe ser una prioridad”, añade la investigadora del Politécnico Grancolombiano.
El estudio concluye que, sin una gestión adecuada por parte de los empleadores, el teletrabajo puede convertirse en un arma de doble filo, en el que la flexibilidad se ve contrarrestada por la invasión del tiempo personal de los trabajadores. La desconexión digital, en este sentido, se vuelve crucial no solo para garantizar el descanso, sino también para preservar la salud mental y la productividad a largo plazo.
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