La reciente investigación llevada a cabo por Fedesarrollo con el auspicio del Centro Internacional para la Empresa Privada (CIPE) arroja luces sobre los retos y oportunidades para atraer inversión privada en los municipios afectados por el conflicto y que cuentan con Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET).

Con recomendaciones concretas, el informe titulado “Oportunidades y retos de la inversión privada en los municipios PDET de Colombia” pone un gran foco en el papel clave que las empresas pueden desempeñar en el cambio de estas regiones. “Este estudio responde a la necesidad de identificar las acciones concretas que se puedan realizar vinculando al sector privado para mejorar las condiciones de desarrollo de estas regiones”, señaló Ángela María Vélez, directora de la Oficina de CIPE en Colombia.

La investigación se centró en tres áreas principales: el emprendimiento en los municipios PDET, la gestión de tierras y en un análisis específico de la Región Pacífico, que presenta las condiciones más desafiantes en materia de seguridad, pobreza y desarrollo. Los hallazgos de este informe son claros: si bien existen desafíos enormes, las regiones cubiertas por los 170 municipios PDET representan un tercio del país, la mayor concentración de recursos naturales y una población de 7 millones de personas con oportunidades estratégicas para el desarrollo y desafíos sustanciales en términos de seguridad para el país. La biodiversidad, el ecoturismo y la agroindustria emergen como sectores estratégicos para atraer inversión y mejorar la calidad de vida de las comunidades locales. Todo ello supone no solo contar con recursos financieros, sino principalmente con la concurrencia de voluntades de distintos actores que potencien las posibilidades de los territorios y que materialicen proyectos que beneficien a las regiones y al país en general.

Cifras de los territorios PDET en Colombia

Los municipios de desarrollo con enfoque territorial (PDET) son territorios priorizados por el gobierno colombiano en el marco del acuerdo de paz de 2016, con el objetivo de llevar desarrollo sostenible y paz a las áreas más vulnerables del país.

Actualmente existen 170 municipios PDET distribuidos en 16 regiones. Estos territorios son el hogar de 7.023.848 personas, lo que representa el 13.5% de la población total de Colombia. En estas zonas, el 43% de la población es rural, con un marcado aislamiento de las grandes ciudades.

Estos territorios representan una herramienta estratégica para impulsar la transformación territorial, al ser espacios con un enorme potencial para el desarrollo económico y social. Los municipios PDET, seleccionados por su importancia en la construcción de paz y desarrollo, ofrecen una oportunidad única para vincular a actores clave que principalmente a través de inversiones en infraestructura, turismo y proyectos productivos, fortalezcan las capacidades locales y promuevan economías sostenibles y legales. De ahí la urgencia de que estas zonas cuenten con el liderazgo, apoyo y la participación de distintos sectores, incluidos el sector público y el privado.

Las recomendaciones del estudio para acelerar el desarrollo

El estudio de Fedesarrollo solicitado por CIPE sugiere una serie de recomendaciones clave para superar los desafíos de estos territorios y permitir un desarrollo inclusivo:

• En cada subregión, ciertos municipios tienen el potencial de convertirse en centros económicos y logísticos que impulsen el desarrollo regional. Estos nodos dinamizadores pueden ser el eje de redes de infraestructura y conectividad que favorezcan el crecimiento económico y la integración territorial, haciendo de ellos puntos estratégicos para la inversión privada.

• Fortalecer la estructura institucional en estas regiones es fundamental para promover una mayor integración entre los diferentes niveles de gobierno para asegurar que los recursos se distribuyan de una manera equitativa y eficiente. Entre las sugerencias se habla de la creación de un “centro de gobierno” como mecanismo de coordinación, que permita que las políticas del orden nacional se puedan coordinar.

• Potencial productivo de cada subregión: enfocar las políticas de desarrollo regional según el potencial productivo único de cada zona, permite fortalecer la inversión privada en sectores clave para el progreso social, tales como el ecoturismo o la agroindustria.

• Invertir en infraestructura y bienes públicos: cualquier inversión productiva requiere la provisión de servicios esenciales como transporte, agua potable y energía eléctrica. Sin estas mejoras, no será posible un desarrollo económico sostenible en estas áreas. El estudio sugiere fortalecer el catastro multipropósito y promover herramientas transversales como el crédito y la asistencia técnica que apoyen a las empresas interesadas en invertir.

“A partir de la identificación de estas oportunidades, se desea que este estudio pueda contribuir a la priorización de políticas públicas y al desarrollo de objetivos económicos que puedan aportar al progreso de nuestras regiones.” Acotó Luis Fernando Mejía, director ejecutivo de Fedesarrollo.