Las entidades financieras y bancarias atraviesan un momento clave para su crecimiento e impacto en Latinoamérica, impulsado por un avance
Las entidades financieras y bancarias atraviesan un momento clave para su crecimiento e impacto en Latinoamérica, impulsado por un avance digital que ha generado usuarios más exigentes. En este contexto, los directivos deben aprovechar el potencial de diversas tecnologías para automatizar procesos manuales, lo que no solo permite reducir costos, sino también liberar a los colaboradores para que se enfoquen en tareas estratégicas.
La automatización es una estrategia que aprovecha el uso de tecnologías para realizar tareas de forma automática, eliminando la intervención manual en procesos repetitivos y de alto volumen. En el sector financiero, su implementación es esencial para optimizar la toma de decisiones en áreas como riesgo crediticio, fraude y evaluación de clientes. Incluso, según un artículo de PwC, se estima que la estructura de costos de un banco podría mejorar entre un 20% y un 30% si la Inteligencia Artificial (IA) generativa automatizará aproximadamente el 20% de la jornada laboral de los colaboradores.
Mariano Sokal, cofounder y director de uFlow, uno de los motores de decisión más reconocidos en Latinoamérica, explica que la automatización en banca y fintech va más allá de un simple avance tecnológico: “Es la posibilidad de simplificar procesos complejos y de responder de forma más precisa y rápida a las necesidades del cliente, reduciendo costos y errores que afectan tanto la reputación como el rendimiento”.
“Actualmente, si analizamos en detalle, la falta de automatización puede acarrear riesgos significativos en áreas que afectan directamente la productividad y rentabilidad de los bancos. La pérdida de eficiencia en la toma de decisiones, la exposición a errores humanos y el aumento en la carga operativas son algunos de los problemas que enfrentan las instituciones financieras que aún no implementan estos sistemas”, señala Sokal.
El motor de decisiones de uFlow es un ejemplo de cómo la automatización puede transformar el sector financiero, ya que permite la integración de modelos de machine learning e IA para personalizar procesos y analizar datos en tiempo real en 0,1 segundos. Este sistema ofrece una configuración de reglas de negocio mediante una interfaz intuitiva y flexible, lo que simplifica su implementación y reduce la dependencia de equipos técnicos. Gracias a la tecnología drag-and-drop y al uso de un árbol de decisiones, esta compañía permite que las personas que forman parte de los equipos de riesgos de empresas de lending que no cuenten con conocimientos técnicos de programación, diseñe y edite políticas y procesos de forma eficiente en pocos pasos.
Esto será fundamental para aquellos bancos, cooperativas, Fintech o microfinancieras que buscan fortalecer la interacción con sus clientes existentes al mejorar su experiencia a través de la personalización masiva, fomentando una mayor retención y abriendo oportunidades para ventas cruzadas y adicionales.
La demora en la toma de decisiones puede impactar negativamente en la percepción del cliente y, en consecuencia, en la reputación de la institución. Los consumidores valoran cada vez más las respuestas rápidas, y las organizaciones con procesos largos e ineficientes corren el riesgo de perder clientes frente a competidores más ágiles. Sokal señala: “Un proceso de toma de decisiones ágil no solo mejora la experiencia del cliente, sino que también permite al banco centrarse en innovar y crecer”.
La automatización también contribuye a la productividad de los empleados, permitiéndoles enfocarse en tareas de mayor valor estratégico. En empresas que han implementado la automatización de procesos de decisión, se ha observado una mejora del 50% en la productividad de los equipos, según datos de Deloitte. Al adoptar motores de decisiones, las instituciones financieras pueden redirigir sus esfuerzos a áreas clave como la captación de clientes y la creación de nuevos productos, incrementando así su competitividad y sostenibilidad.
En definitiva, la automatización en el sector financiero no es una tendencia pasajera, sino una necesidad estratégica. Su implementación permite una toma de decisiones más rápida y precisa, mejorar la experiencia del usuario, reducir costos y minimizar riesgos operativos, elementos cruciales en un contexto donde la competitividad y la satisfacción del cliente son determinantes para el crecimiento de las empresas financieras.
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