Análisis económico – Alejandro Reyes – BBVA Research Hace apenas unos cuantos días, la agencia Standard and Poor’s anunció que
Análisis económico – Alejandro Reyes – BBVA Research
Hace apenas unos cuantos días, la agencia Standard and Poor’s anunció que le ratificaba la calificación soberana a Colombia en BB+ con perspectiva negativa. Un anuncio del que la mayoría de los colombianos ni se enteró; pero a los pocos que estaban pendientes y atentos les generó alguna sorpresa.
La decisión de mantener la calificación y no bajarla, se basó en que a pesar que se ha observado algún deterioro fiscal: menores ingresos, mayor déficit y algo de incremento en la deuda; también se resalta que la economía ha comenzado a mostrar un mejor desempeño. Así, la mayor actividad económica debería conducir a un mejor recaudo y de la mano de programas de austeridad en el gasto, se podría contener el deterioro fiscal e incluso observar mejoras.
El balance de riesgos sigue sesgado a la baja, es decir, resulta más probable que en las condiciones actuales se presenten sorpresas de menor actividad y recaudo y que las capacidades de consolidación fiscal sean limitadas. Por eso decidieron mantener la perspectiva negativa.
A pesar de ello, la decisión sí generó sorpresa entre expertos y los mercados. El deterioro fiscal había acaparado la opinión pública en los últimos meses mientras que se discutía si la recuperación de la economía era suficiente. La agencia, con su decisión, nos permite volver a centrarnos en el tema más relevante para la economía colombiana hoy: el crecimiento. En buena medida, los objetivos sociales, las mejoras fiscales, las mejoras de bienestar, todas dependen de que la economía pueda volver a crecer. El camino no es sencillo, pero se requiere entender que el único crecimiento sostenible y duradero, ese que permite lograr esos tres objetivos, es el que viene acompañado de una mayor inversión.
Por el momento se da un compás de espera, pero todavía queda un examen que debe surtir curso en los próximos meses, la revisión de la calificación por parte de Moody’s, que a la fecha nos tiene con una mejor nota, por encima del grado de inversión, aunque ya nos asignó hace poco menos de un año una perspectiva negativa. El reto será nuevamente instrumentar las mejoras de actividad en procura de mejorar lo fiscal.
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