Equipo técnico del BR cambió su escenario macro y reforzó necesidad de cautela.

Equipo técnico del BR cambió su escenario macro y reforzó necesidad de cautela.

El ajuste de las proyecciones económicas por parte del equipo técnico (staff) del Banco de la República (BR) en su

El ajuste de las proyecciones económicas por parte del equipo técnico (staff) del Banco de la República (BR) en su actualización del Informe de Política Monetaria (IPM) en enero, hace entrever que la tasa de interés del BR podría seguir bajando, pero a un ritmo menor al esperado por el consenso de analistas. Con una inflación que completaría 5 años por encima del rango de tolerancia (2%-4%), un deterioro de la prima de riesgo país por la frágil situación de las finanzas públicas, y un contexto internacional volátil, la cautela en las decisiones de tasa de interés será determinante para que la credibilidad de la autoridad monetaria no se vea comprometida.

 

Entre el IPM de octubre y enero, el staff del BR aumentó su perspectiva de inflación para cierre de 2025 de 3.10% a 4.05% por cuenta de la sorpresa alcista en la definición del salario mínimo que explicó más de la mitad del ajuste. En efecto, de la revisión al alza de +95pb en la proyección, alrededor de +60pb (~60%) se explicó por la sorpresa en el incremento del salario mínimo que terminó siendo de +11% (incluyendo subsidio de transporte), cuando staff preveía algo más cercano a 6%. El ajuste residual se explica por las presiones cambiarias, que afectarían los precios de los importados, algunos alimentos y tarifas del gas; un avance más rápido del precio de los alimentos y altos incrementos en las tarifas de transporte público (Gráfico 1).

 

Las presiones inflacionarias son tal que, según cálculos del equipo técnico, la probabilidad de que esta se ubique debajo del 4% en 2025 es de apenas 34%. La noticia no es menor en la medida que, desde noviembre de 2023, el BR se comprometió con que este año llevaría la inflación a la meta (ver). Incluso, ratificó la premisa en noviembre de 2024 (ver), y tan solo dos meses después, tras el fuerte aumento del salario mínimo, la promesa está en juego. Así, la credibilidad en el accionar del BR, que es su principal activo, podría vulnerarse.

 

Otra razón que estaría detrás de la cautela es la mayor estimación de tasa de interés neutral (o de largo plazo), a raíz del ascenso en la prima de riesgo y el ajuste alcista en las expectativas de tasa de interés a nivel global (Gráfico 3). A esto último, como bien expuso IE (ver informe), se suma la llegada de D. Trump a la presidencia de Estados Unidos, quien con sus políticas generó expectativas de mayor inflación y tasas.

 

Otro punto clave del IPM fue el significativo aumento en el supuesto de prima de riesgo por parte del equipo técnico para el horizonte de pronóstico que, si bien reconoce un entorno global más desafiante, deja claro que la retadora situación de las finanzas públicas también estaría detrás. En efecto, el staff espera que, a raíz de los altos déficits fiscales esperados, los CDS a 5 años presenten una tendencia al alza hacia adelante, a tal punto de fluctuar alrededor de 250pb en 2026. Este nivel, según cálculos de IE, implícitamente supone una bajada en la calificación crediticia del país (ver informe).

 

La situación fiscal es tan compleja que, según las recientes minutas, algunos codirectores consideran que la financiación del déficit fiscal ha restado recursos de financiamiento del sector privado. En efecto, las minutas indican que del total de recursos que han llegado al sector bancario (pasivos sujetos a encaje + repos BR), casi la mitad fueron absorbidos por el financiamiento del Gobierno por medio de TES. Con esta situación, un integrante concluyó que una postura contractiva de la política monetaria es la consecuencia de tener altos desbalances fiscales, ya que, al final, la estabilidad macroeconómica termina recayendo exclusivamente en el BR.

 

En tanto, si bien la previsión de un crecimiento económico superior a 3.0% en 2026 es positiva, antecedido por una expansión de 2.6% en 2025, también sugiere que la economía no necesita bajadas de tasa significativas, pues el crecimiento no parece ser la principal preocupación, como sí lo son la inflación y sus expectativas.

IE revisó el ejercicio de extracción de la senda de tasa de interés implícita en las proyecciones económicas planteadas por el equipo técnico en el IPM (ver informe). Según los cálculos, el staff le estaría recomendando a la Junta continuar con la cautela en el ciclo de relajación de política monetaria, para finalizar el año más cerca de 7.75% y no 6.50% como preveía pocos meses atrás. El fuerte cambio (+88pb en promedio en toda la senda) se deriva principalmente del ajuste en la proyección de inflación, pasando de un cumplimiento casi perfecto de la meta a un incumplimiento explícito. En todo caso, como el BR extiende el plazo para llevar la inflación a la meta de 2025 a 2026, la postura monetaria igual tendría espacio para relejarse.

 

Con todo lo anterior, IE ajusta su proyección de tasa del BR para cierre de 2025 de 7.00% a 7.75%, incorporando reducciones de -25pb en todas las reuniones. La nueva composición de la Junta, pero sobre todo los argumentos de la “votante del medio” (O.L. Acosta, ver informe), revelados en las minutas, confirman que las reducciones volverán en marzo. Este(a) codirector(a), señaló que ajustes de -25pb reactivan la economía y no comprometen el mandato de la entidad de llevar la inflación a la meta.

Alirio Aguilera
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