En 2025, se estima que al menos 4.2 millones de niños, niñas y adolescentes en Colombia requieren asistencia humanitaria prioritaria,
En 2025, se estima que al menos 4.2 millones de niños, niñas y adolescentes en Colombia requieren asistencia humanitaria prioritaria, representando el 8% del total de la población en el país (52 millones). Estas necesidades se derivan del incremento de las consecuencias del conflicto armado, la migración (y la doble afectación migración y conflicto) y los desastres de origen natural, situaciones que afectan de manera especial a la niñez.
Para atender a más de 215.000 niños, niñas y adolescentes y sus familias en situación de necesidad urgente, UNICEF Colombia requiere 26,4 millones de dólares para focalizar su acción en los territorios más afectados. En total, se requieren 97,1 millones para atender las necesidades humanitarias de la niñez en todo el territorio nacional.
“La infancia y la adolescencia son quienes enfrentan las peores consecuencias en situaciones de emergencia: desplazamientos, interrupciones en su educación, riesgos de violencias y reclutamiento, aumento de las enfermedades, entre otras”, aseguró Tanya Chapuisat, representante de UNICEF en Colombia. “La crisis en la financiación de los programas humanitarios podría socavar la capacidad de UNICEF de atender a los niños y niñas que más lo necesitan, por eso es importante consolidar compromisos que permitan atender las urgencias humanitarias que continúan y se incrementan en Colombia”, agregó Chapuisat.
Con el lanzamiento de su plan de respuesta humanitaria 2025, UNICEF busca garantizar los derechos a la protección, la educación de calidad, el agua limpia, el acceso a saneamiento, higiene, nutrición y salud de la infancia, cuya continuidad se ve afectada en estas situaciones de emergencia.
Los recursos, que se dirigirán principalmente a los departamentos de La Guajira, Chocó, Nariño, Arauca, Cauca, Norte de Santander y Antioquia permitirán, además, fortalecer las capacidades de preparación, acción anticipatoria y respuesta ante nuevas emergencias climáticas, asegurando el bienestar y la resiliencia de la niñez. Este enfoque integra acciones humanitarias con iniciativas de desarrollo y de construcción de paz, promoviendo soluciones sostenibles y a largo plazo para las comunidades afectadas.
El trabajo que UNICEF lidera junto al Gobierno y sus socios implementadores atiende adicionalmente las necesidades prioritarias de la infancia en cuanto a violencias de género, riesgos para la movilidad, carencias en servicios apropiados para adolescentes, vulnerabilidad ante los embarazos tempranos, limitado acceso a servicios de salud y educación de calidad, alto riesgo de desnutrición, deserción escolar y falta de oportunidades, entre otra serie de problemáticas.
“Nuestra acción busca atender especialmente a quienes son más vulnerables ante las emergencias, como las comunidades indígenas, afrocolombianas, y habitantes de zonas rurales dispersas”, agregó Chapuisat.
La información fue dada a conocer en el evento de lanzamiento del ‘Documento de Acción Humanitaria para la Infancia 2025’ (HAC, por sus siglas en inglés) que integra las necesidades más urgentes para la niñez y la adolescencia de Colombia en contextos de emergencia.
Con una inversión de USD 97.1 millones, UNICEF logrará que:
- 172.000 niños, niñas, adolescentes y cuidadores tengan acceso a servicios comunitarios de apoyo psicosocial y salud mental.
- 113.500 mujeres, niñas y niños tengan acceso a intervenciones de mitigación, prevención y/o respuesta ante el riesgo de violencia de género.
- 40.100 personas tengan canales seguros y accesibles para denunciar explotación y abuso sexual por parte de quienes les prestan asistencia.
- 386.300 niños y niñas accedan a educación formal o no formal, incluyendo aprendizaje temprano.
- 124.800 niños, niñas y mujeres reciban atención primaria de salud en instalaciones apoyadas por UNICEF.
- 43.700 niños y niñas de 6 a 59 meses sean tamizados para la detección de la emaciación.
- 95.800 personas accedan a una cantidad y calidad suficiente de agua para beber y para las necesidades domésticas.
- 35.800 niños, niñas y adolescentes utilicen instalaciones WASH (agua, saneamiento e higiene) seguras y apropiadas, así́ como servicios de higiene en instalaciones educativas y espacios seguros.
- 68.000 personas reciban información oportuna y vital sobre cómo y dónde acceder a los servicios disponibles.
- 139.900 personas compartan sus preocupaciones y preguntas a través de mecanismos de respuesta.
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