El peso se ha mostrado robusto en los primeros meses del año, lo que no garantiza que pueda caer en
El peso se ha mostrado robusto en los primeros meses del año, lo que no garantiza que pueda caer en un estado de fragilidad en las próximas semanas. Esto equivale a una combinación de incertidumbre sobre la guerra comercial, las expectativas cambiantes de la Reserva Federal y los riesgos políticos regionales. “El peso se había mostrado resistente desde noviembre, pero la retórica arancelaria de Trump y un dólar estadounidense más fuerte pueden empezar a incentivar las presiones a la baja durante el próximo trimestre”, afirmó Thiago Duarte, analista de mercados de AXI
La incertidumbre política que vive el país ha impulsado el malestar de los inversionistas que, al parecer, no ven con buenos ojos las decisiones del reciente gobierno y los cambios en la cartera de Hacienda. Mientras tanto, los importadores estadounidenses ya están ajustando las cadenas de suministro, anticipando posibles aranceles a los productos del país, lo que podría presionar aún más al peso.
“La postura política de la Reserva Federal también sigue siendo un factor clave. A pesar del enfriamiento de la inflación, el mercado espera ahora menos recortes de tipos este año, lo que respalda al dólar y limitará la subida de las divisas de los mercados emergentes” enfatizó Thiago Duarte, analista de mercados de AXI
Las próximas semanas serán cruciales. Si los aranceles estadounidenses se materializan, los bancos centrales de América Latina podrían verse obligados a intervenir de manera más agresiva. El destino del peso depende en gran medida de hasta qué punto Trump esté dispuesto a impulsar las tensiones comerciales. Hasta entonces, la volatilidad es la única certeza.
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