Según la Organización Mundial del Trabajo, para finales del 2023, cerca de 3 millones de trabajadores fallecieron por accidentes o enfermedades relacionadas con sus labores. Por lo que, para 2025, se tiene la atención puesta en cómo la transformación digital puede impactar positivamente la seguridad en el trabajo. En Colombia, sectores como la industria manufacturera, construcción y logística están adoptando nuevas tecnologías para anticipar, mitigar y prevenir accidentes laborales con un enfoque cada vez más predictivo, ágil y centrado en el bienestar del colaborador.

Según Emma Puerta, Jefe nacional HSE y Sustentabilidad de Adecco Colombia, “La pandemia del COVID-19 aceleró la necesidad de repensar los mecanismos de prevención en entornos laborales. Desde entonces, la tecnología se ha convertido en una aliada clave, que ha permitido llegar de manera más efectiva a los trabajadores, incluso en zonas geográficas remotas, fortaleciendo la gestión del riesgo desde una mirada integral”. 

Ante este panorama, Adecco Colombia profundiza en cinco herramientas tecnológicas clave que están revolucionando la gestión de la seguridad en el trabajo:

1. Plataformas virtuales en la nube organizacional: centralizan y analizan información proveniente de múltiples fuentes, como inspecciones, auditorías de seguridad y reportes en tiempo real, lo que optimiza la toma de decisiones y se facilita la implementación de medidas preventivas más efectivas en todos los niveles de la organización.

2. Aplicaciones móviles: usualmente son personalizadas según las necesidades de cada compañía, permitiendo que los trabajadores reporten información desde cualquier dispositivo electrónico. Se implementan para notificar accidentes, llevar a cabo seguimiento a las condiciones de salud, registrar reportes vehiculares, entre otros. Su accesibilidad y facilidad de uso contribuyen a una gestión más ágil y eficiente de la seguridad en el trabajo.

3. Simuladores: su objetivo es generar experiencias inmersivas en las que el colaborador se enfrenta a situaciones que simulan riesgos reales, permitiendo evaluar su comportamiento ante estos eventos. De esta forma, se fortalecen los procesos de formación, brindando una experiencia más cercana a la realidad y promoviendo una mayor conciencia sobre la seguridad en el entorno laboral.

4. Sistemas de vigilancia: aunque son tecnologías tradicionales, estos han evolucionado significativamente. Hoy en día, permiten la validación de incidentes mediante grabaciones de alta resolución, con cámaras que ofrecen enfoque mejorado, grabación rotativa, inclusión de sonido y alarmas visuales, fortaleciendo su papel en la detección y análisis de situaciones de riesgo en el entorno laboral.

5. Plataformas de videollamada y mensajería:  herramientas como Microsoft Teams, Google Meet o Zoom han permitido la programación de reuniones, capacitaciones y formaciones virtuales sin límite de participantes. Además, facilitan la cobertura en zonas geográficas de difícil acceso, mejorando la intervención y alcance de los programas de seguridad laboral en sectores remotos o rurales.

Asimismo, la incorporación de sensores inteligentes, dispositivos “wearables” y sistemas de inteligencia artificial predictiva marca un nuevo hito en la prevención. Estas tecnologías no solo detectan comportamientos riesgosos o condiciones inadecuadas, sino que también generan alertas en tiempo real antes de que ocurra un accidente. Casos como sensores instalados en maquinaria o cámaras en cabinas de vehículos, que advierten sobre fatiga o errores operativos, son ya una realidad en varias empresas del país.

La experta de Adecco destaca que la apertura a estas innovaciones depende de múltiples factores, entre ellos la frecuencia de accidentes, el tamaño de la operación, los cambios en maquinaria o procesos, y la capacidad para establecer alianzas estratégicas. Las Administradoras de Riesgos Laborales (ARL), por su parte, han jugado un rol importante en la promoción de herramientas digitales, acompañando a las empresas en su proceso de adopción. No obstante, persisten dos barreras clave:  los costos de personalización, implementación y mantenimiento de las plataformas digitales y la resistencia al cambio cultural en organizaciones donde predominan métodos tradicionales.

Para muchas organizaciones, la clave del éxito estará en involucrar activamente a los trabajadores en el proceso, facilitar espacios de formación híbridos y garantizar un liderazgo comprometido con la cultura preventiva. La tecnología, por sí sola, no sustituye el factor humano, pero sí lo potencia. En este contexto, las organizaciones que logren integrar herramientas digitales sin descuidar la capacitación ni el bienestar de su gente, estarán un paso adelante en la construcción de entornos laborales más seguros, resilientes y sostenibles.