Alimentarse mejor se ha convertido en una prioridad para los colombianos. La conciencia sobre la salud, el impacto ambiental y
Alimentarse mejor se ha convertido en una prioridad para los colombianos. La conciencia sobre la salud, el impacto ambiental y el bienestar general ha impulsado a muchas personas, independientemente de sus ingresos, a dejar atrás la comida chatarra y procesada, y optar por frutas, verduras, proteínas magras y productos más naturales. Sin embargo, una cosa está clara: comer bien puede salir muy caro, más aún si el sueldo no supera los tres salarios mínimos legales mensuales vigentes ($4.200.000), lo que representa al 80 % de los trabajadores al cierre de marzo de 2025 (cifras más actualizadas del DANE), es decir, 18 millones 960 mil individuos.
Así lo confirma la encuesta “Hábitos de consumo 2025” de la firma Crowe Co, que consultó a 1.000 ciudadanos, 63 % mujeres y 37 % hombres, 96 % de los estratos 1 al 4, es decir, clase baja y media. El estudio revela que el 89 % de los hogares en esta condición económica ya ha incorporado alimentos saludables a su dieta. Solo el 11 % aún mantiene una alimentación basada en productos ultra procesados como frituras, comida rápida, bebidas azucaradas y pastelería.
Sin embargo, detrás de ese dato alentador se esconde una realidad preocupante: el alto costo de los alimentos saludables está afectando seriamente el bolsillo de la clase trabajadora en Colombia. Dependiendo de dónde se haga el mercado ‘sano’ y cuánto se gane, una persona que devenga entre uno ($1.423.500) y, en el mejor de los casos, tres salarios mínimos legales mensuales vigentes ($4.270.500), podría estar destinando más de la tercera parte de su sueldo únicamente en comida.
“Hoy en día, alimentarse de forma saludable representa un reto económico para muchas familias. El problema no es la falta de intención, sino que los precios no están ayudando”, asegura Óscar Villarruel, socio de Auditoría de Crowe Co.
Una dieta saludable que desafía el bolsillo
Los resultados de la encuesta no dejan lugar a dudas. Más de la mitad de los colombianos de estratos 1 al 4 (58 %) dice gastar entre $118.878 y $237.756 semanales en el mercado, mientras que un 35 % destina incluso más dinero. Esto equivale a cerca de $1.000.000 mensuales, una cifra que representa un golpe directo al salario, sobre todo para quienes devengan entre $1.423.000 y $2.846.000.
El tipo de comercio también influye en el gasto. Un mercado saludable completo, con frutas, verduras, hortalizas, frutas, proteínas, lácteos y cereales integrales, entre otros, cuesta hoy:
- $582.204 en tiendas hard discount como D1 o Ara.
- $829.934 en fruvers.
- $1.053.757 en grandes superficies como Éxito, Carulla o Jumbo.
Frutas y verduras son más baratas en tiendas de descuento, mientras que en grandes superficies y aplicaciones digitales su valor se dispara. Lo mismo ocurre con las proteínas y los carbohidratos, cuyos precios, aunque más elevados, tienden a ser más asequibles en cadenas como D1 y Ara.
Por eso no sorprende que estos comercios concentren el 42 % de las compras de alimentos en el país. Les siguen las tiendas de barrio (25 %), las grandes superficies (19 %), los fruvers (9 %), y en menor medida, opciones como PriceSmart (3 %) o aplicaciones como Rappi (2 %).
¿Con qué frecuencia qué tan sano comen los colombianos?
El cambio en los hábitos alimenticios es evidente, pero aún limitado por las posibilidades económicas:
- Frutas: el 51 % las consume entre una y tres veces por semana, el 33 % entre tres y cinco veces, y solo el 15 % más de cinco veces.
- Verduras: el 43 % las come entre una y tres veces por semana, el 41 % de tres a cinco veces y solo el 16 % lo hace con mayor frecuencia.
- Proteínas: aquí el comportamiento es distinto, con un 57 % que las consume más de cinco veces por semana, 31 % entre tres y cinco veces, y solo 12 % entre una y tres veces.
- Carbohidratos: el 50 % los come más de cinco veces por semana, el 34 % entre tres y cinco veces, y solo el 16 % entre una y tres.
- Lácteos: el 42 % los consume de una a tres veces por semana, el 31 % entre tres y cinco veces, el 23 % más de cinco veces, y un 4 % solo ocasionalmente.
- Grasas: el 64 % las come de una a tres veces por semana, el 27 % entre tres y cinco veces y el 9 % más de cinco veces por semana.
Alimentarse saludablemente ¿lujo o necesidad?
Una persona que gana el salario mínimo y hace mercado en una tienda hard discount podría estar destinando el 44,8 % de su sueldo solo a comida. En grandes superficies, ese porcentaje sube al 81,1 %. Quien gana dos salarios mínimos gastaría entre el 22,4 % y el 40,5 % de su ingreso, dependiendo del lugar de compra.
“La gente está dispuesta a cambiar su dieta, pero los precios no siempre lo permiten. Y ese es el verdadero reto: lograr que la alimentación saludable sea también asequible”, subraya Villarruel.
Un reto para el país: salud o supervivencia económica
El gasto de los colombianos en comida no es menor. Según cifras de la ANDI y Raddar, en 2024 los hogares destinaron $240,5 billones a alimentos, es decir, el 38,3 % de sus ingresos. Esto equivale a un promedio mensual de $1.058.000 por familia. Las categorías más consumidas siguen siendo cárnicos, lácteos y panadería.
Pero más allá de las cifras, el estudio de Crowe Co pone sobre la mesa una pregunta urgente: ¿es posible comer saludable sin dejar vacía la billetera? Porque hoy, aunque el interés por una vida más sana crece, el precio de esa elección sigue siendo demasiado alto para la mayoría.
“El país ha avanzado mucho en educación alimentaria y conciencia sobre la salud, pero si no se toman medidas para hacer más accesibles los productos saludables, esto seguirá siendo solo un privilegio de solo quienes pueden pagarlo”, concluye Villarruel.
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