La economía colombiana avanza en su recuperación, y el sector construcción comienza a mostrar señales claras de reactivación. Aunque las
La economía colombiana avanza en su recuperación, y el sector construcción comienza a mostrar señales claras de reactivación. Aunque las edificaciones residenciales aún presentan rezagos, el segmento no residencial —compuesto por proyectos comerciales, industriales y de infraestructura pública— está ganando protagonismo como motor de inversión y dinamismo económico.
Según el informe Situación Colombia – marzo 2025 de BBVA Research, se proyecta que la inversión en obras civiles y edificaciones no residenciales crecerá un 7,1% en 2025 y un 7,4% en 2026, impulsada por una mayor actividad productiva y comercial que incrementará la demanda de espacios físicos para empresas, industrias y servicios logísticos.
“Esta aceleración del segmento no residencial refleja la necesidad del país de adecuar su infraestructura a nuevas formas de producir, trabajar y consumir. La digitalización, la expansión industrial y el comercio electrónico están redefiniendo los espacios que requiere el sector privado. Es una oportunidad para modernizar la manera en que diseñamos y construimos”,
afirma Patricio Zapata, Customer Success Manager Latam de Graphisoft.
Este crecimiento llega en un entorno de condiciones más favorables para la inversión. Según BBVA Research, se proyecta una reducción gradual en la tasa de interés de política monetaria, pasando del 9,5% al 7,75% en 2025. Esto disminuirá el costo del capital y facilitará el acceso a financiamiento para nuevos desarrollos, especialmente aquellos con planeación técnica robusta y apalancados en herramientas digitales.
En el mediano plazo, el informe enfatiza que Colombia necesita mejorar su productividad para sostener el crecimiento económico. En este contexto, la tecnología en construcción se convierte en una herramienta clave para elevar la eficiencia del capital invertido. El uso de BIM, modelado energético, simulaciones de obra y plataformas colaborativas permite desarrollar infraestructura moderna, adaptable y alineada con los nuevos estándares globales.
“La implementación de herramientas como BIM o los sistemas inteligentes de gestión constructiva no solo reducen tiempos y sobrecostos, también permiten diseñar con mayor calidad y menor impacto ambiental. Esto es especialmente relevante en proyectos no residenciales, donde los plazos son críticos y los requerimientos técnicos más complejos”, añadió Zapata.
La adopción de estas tecnologías, junto con la industrialización de procesos y la digitalización de trámites, puede potenciar aún más la recuperación del sector y garantizar un crecimiento estructural más eficiente y sostenible. Además, impulsa la competitividad de las constructoras colombianas frente a un mercado cada vez más exigente en productividad, trazabilidad y sostenibilidad.
El informe también señala que, junto a la inversión en maquinaria y equipo, la construcción no residencial será uno de los principales motores de la inversión fija en Colombia durante los próximos dos años. La articulación entre sector público y privado, así como la capacidad de adopción tecnológica de las constructoras, será clave para consolidar este nuevo ciclo de crecimiento.
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