Cada 19 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), fecha que busca crear conciencia
Cada 19 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), fecha que busca crear conciencia en la comunidad sobre esta condición de la cual hacen parte la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerativa.
Estas dos patologías, aunque difieren en su localización, comparten características similares, como la inflamación crónica del tracto gastrointestinal, por lo que se suelen discutir en conjunto.
Se trata además de enfermedades que afectan a millones de personas en todo el mundo y suelen provocarles problemas digestivos crónicos a largo plazo, que impactan física y emocionalmente a los pacientes debido a que aún existe un estigma considerable en torno a la EII, lo que dificulta que quienes las padecen hablen abiertamente de sus síntomas o de sus experiencias.
La EII puede provocar síntomas debilitantes, tales como diarrea crónica, dolor abdominal, fatiga constante y sangrado rectal, lo que afecta gravemente la calidad de vida de quienes la padecen. “Estos síntomas llevan a las personas con esta enfermedad a limitar sus actividades diarias y al aislamiento social por miedo o vergüenza, debido a que estos síntomas son repentinos y requieren de acceso inmediato a servicios sanitarios. El mayor obstáculo que enfrentan los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es la imprevisibilidad y el impacto crónico de la enfermedad en su calidad de vida”, explicó Ana Cristina Ochoa, directora médica de Takeda.
En Colombia se reportaron 42.647 casos de EII entre 2012 y 2016, con una prevalencia de 86 casos por cada 100.000 habitantes. De este total, las mujeres reportaron el 58 % de los casos, siendo la población más afectada. Es importante mencionar que la enfermedad de Crohn tiene una prevalencia de 17 por cada 100.000 habitantes; mientras que la colitis ulcerativa alcanza los 113 por cada 100.000 habitantes.
Uno de los mayores desafíos que enfrentan los pacientes es la falta de un diagnóstico oportuno, ya que los síntomas a menudo son confundidos con otras afecciones digestivas. Además, las personas con estos síntomas evitan hablar de ellos por cuestiones de tabú. Esto no solo retrasa el acceso al tratamiento adecuado, sino que también incrementa el riesgo de desarrollar complicaciones severas, como obstrucciones intestinales, fístulas e incluso cáncer colorrectal.
El diagnóstico temprano de la EII es fundamental por múltiples razones: en primer lugar, porque ante el diagnóstico y su correspondiente tratamiento se previenen complicaciones físicas y el impacto emocional de la enfermedad.
El tratamiento oportuno mejora la calidad de vida, de modo que el paciente puede mantener sus actividades diarias y una vida social normal. Detectarla a tiempo también representa un gran ahorro en términos económicos, particularmente en gastos de atención médica y por incapacidad laboral.
En este Día Mundial de la EII, el llamado es a que la comunidad médica y la sociedad en general hable sobre este tema, de manera que las personas que presentan esta condición les puedan detectarla, y los especialistas logren diagnosticarla lo antes posible.
“El entendimiento y la empatía son esenciales para romper el estigma asociado a la Enfermedad Inflamatoria Intestinal. Hacer conciencia y fomentar el diálogo sobre esta afección es un primer paso hacia un manejo más efectivo y compasivo, mejorando así la calidad de vida de quienes viven con EII”, destacó Ochoa.
La EII, aunque incurable, puede controlarse de manera efectiva con un tratamiento médico adecuado y un enfoque integral que incluya apoyo psicológico y adaptaciones en el estilo de vida. Actuar a tiempo es clave para minimizar el daño a largo plazo y facilitar el manejo de esta condición crónica.
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