Lo que comenzó hace más de quince años como una alternativa descentralizada, transparente, segura e independiente para la gestión y
Lo que comenzó hace más de quince años como una alternativa descentralizada, transparente, segura e independiente para la gestión y transferencia de recursos, ha evolucionado hasta convertirse en un motor global de progreso, impulsado por las innovaciones tecnológicas de la era digital. De hecho, es ampliamente reconocido que Bitcoin y los criptoactivos han pasado de ser un nicho de interés para unos pocos a una oportunidad accesible a todos para impulsar las economías globales, mejorar los sistemas financieros tradicionales e integrarse con ellos para generar valor social, especialmente en tiempos de inestabilidad política y socioeconómica.
Esta evolución ha impulsado a países de todo el mundo a centrarse en el desarrollo de regulaciones que aprovechen de mejor manera el potencial de los activos digitales en beneficio de todos los actores del ecosistema. Por ejemplo, Estados Unidos se ha mostrado más optimista hacia las criptomonedas, posicionando a Bitcoin como un contrapeso en un sistema financiero polarizado.
De igual forma, según el Informe de Geografía de las Criptomonedas 2024 desarrollado por Chainalysis, Latinoamérica se ha posicionado como una de las regiones de mayor crecimiento en la adopción de criptomonedas durante el último año, experimentando un aumento interanual significativo en el valor de las criptomonedas recibidas (aproximadamente un 42,5%). Además, el mayor aporte económico, con montos superiores a USD $10,000, de las transacciones en el mercado de criptomonedas de Latinoamérica proviene de actores institucionales, como empresas e inversionistas profesionales.
Un ejemplo de esto es Brasil que aprobó la Ley Federal 14.478/2022, la cual establece un marco legal para los criptoactivos, y su Banco Central ha iniciado consultas para definir mejor la normativa. En Argentina, la Resolución 49/2024 de la Unidad de Información Financiera (UIF) ha ordenado el intercambio de datos de la Regla de Viaje, aunque aún se espera la orientación técnica. Mientras tanto, Colombia se ha posicionado como un ‘hub tecnológico’ con un enfoque regulatorio, y sus instituciones han expresado interés en la posible adopción de monedas digitales. Además, recientemente, la Cámara de Representantes aprobó en primer debate el Proyecto de Ley 510 de 2024, conocido como ‘Ley Cripto’. Un paso fundamental en la búsqueda por impulsar el desarrollo de la industria de criptoactivos en el país.
Otros países como El Salvador han definido el Bitcoin como moneda de curso legal y Panamá, por su parte, ha participado activamente en el debate, tras aprobar recientemente el pago de impuestos con criptomonedas mediante un mecanismo de conversión automática a dólares. Esto marca un momento crucial, dado que las criptomonedas se incluyen por primera vez en la estructura tributaria de un país.
Paolo Ardoino, CTO de Bitfinex, afirmó: “En Bitfinex, estamos convencidos de que Latinoamérica tiene un gran potencial para adoptar el nuevo paradigma que representan las monedas estables, el Bitcoin y las criptomonedas en general». Añadió: «Creemos que una regulación clara, bien diseñada y técnicamente fundamentada puede generar confianza, atraer capital y fortalecer el ecosistema”.
Dicho esto y con el objetivo de incentivar a estos y otros mercados de la región a seguir invirtiendo en criptoactivos para atender las prioridades nacionales e internacionales, Bitfinex destaca tres (3) beneficios de contar con marcos regulatorios integrales:
- Atrae y desarrolla la inversión extranjera. Un volumen significativo de capital está entrando al mercado en respuesta al reconocimiento del valor estructural que posee el ecosistema criptográfico. Los inversionistas perciben una arquitectura paralela en desarrollo que incluye reglas, tecnología y liquidez, lo que les permite operar con una visión a largo plazo. Para ellos, las principales prioridades son la seguridad, el cumplimiento normativo y el acceso a tecnología de punta para el seguimiento y la gestión de sus activos.
- Profesionaliza el ecosistema empresarial de todas las industrias. Cientos de organizaciones en Latinoamérica, incluyendo organizaciones familiares, fondos de inversión, corporaciones y actores del sector público, están entrando al mundo de las criptomonedas no solo por ser una tendencia, sino porque también perciben su valor como un componente esencial de sus estrategias financieras. Por ejemplo, utilizan las criptomonedas para diversificar sus carteras, reducir los costos de transacción, mitigar la exposición a la inflación y operar con mayor autonomía financiera. Bitfinex sostiene que las criptomonedas han evolucionado de un mercado especulativo a una herramienta estratégica dentro de las carteras profesionales.
- Convergencia e integración con los actores del sistema financiero tradicional. En una perspectiva institucional, los criptoactivos se encuentran en una posición ideal para ayudar a gestores de fondos, tesorerías corporativas y organizaciones familiares, entre otros, a desenvolverse en este nuevo mundo de finanzas convergentes. Cada vez hay más articulación entre las finanzas tradicionales y el mundo de las criptomonedas como una forma de mitigar el riesgo, garantizar la estabilidad y, en muchos casos, acceder a mercados nuevos y alternativos, entre otros beneficios.
Will Hernández, gerente de desarrollo de negocios de Bitfinex para Latinoamérica, comentó: “No estamos aquí para hablar sobre el futuro de la adopción de los criptoactivos, sino para evidenciar una infraestructura funcional. En Bitfinex, consideramos a Latinoamérica como una región con una sólida trayectoria financiera, una base tecnológica potente y un claro compromiso con la modernización. Hemos ayudado a tender un puente entre el sistema financiero tradicional y el ecosistema criptográfico descentralizado y le seguimos apostando a eso”.
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