En un contexto económico en el que el ahorro de los hogares colombianos sigue disminuyendo, promover la educación financiera en familia se vuelve una necesidad urgente. Según la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF), el ahorro doméstico ha pasado del 16,1% del PIB en 2019 al 13,8% en 2024, una tendencia que pone en evidencia las oportunidades de mejora en cuanto a educación financiera y de planificación en los hogares.

Además, más allá de su impacto económico, el ahorro en familia también puede ser una herramienta poderosa para fortalecer los vínculos entre padres, hijos y demás integrantes del hogar. 

“El bienestar económico comienza en casa. Cuando una familia organiza sus finanzas, planifica sus metas y conversa abiertamente sobre el dinero, está dando pasos firmes hacia su tranquilidad y desarrollo” señala Mauricio García, director de Ahorro e Inversión en Fincomercio. 

Retos financieros en el hogar colombiano

Entre los principales desafíos se encuentran la baja cultura de ahorro, el manejo emocional del gasto y la poca planificación a mediano y largo plazo. A esto se suman factores como el sobreendeudamiento, la informalidad laboral y la falta de acceso a servicios financieros adecuados.

Por ello, diversas organizaciones han implementado estrategias para promover la educación financiera desde el hogar, a través de talleres, programas escolares y asesorías comunitarias. Un ejemplo de esto es el programa *“Sin enredos ni rodeos” de Fincomercio, que ofrece orientación práctica sobre cómo elaborar un presupuesto, fomentar el hábito del ahorro y tomar decisiones informadas sobre el uso del crédito. Además, incluye un glosario de términos financieros diseñado para acercar a los pensionados al sector, explicando conceptos como DTF, aval, anticipo, inflación, entre otros.

Consejos clave para unas finanzas familiares saludables:

Los expertos de Fincomercio recomiendan adoptar algunas prácticas sencillas que pueden tener un impacto positivo en el bienestar económico del hogar:

· Presupuesto familiar mensual: Elaboren un presupuesto en el que todos participen. Así se crean hábitos de responsabilidad compartida.

· Definir metas financieras claras: Ahorrar con propósito, como para estudios, vacaciones, remodelaciones o emergencias, ayuda a mantener la motivación.

· Incluir a los niños en temas financieros: Desde pequeños, es importante enseñarles a administrar su mesada, ahorrar y entender el valor del dinero.

· Evaluar los gastos hormiga: Identificar pequeños gastos diarios que, acumulados, pueden representar una fuga importante de dinero.

· Planear antes de endeudarse: Solo adquirir créditos que se ajusten al presupuesto familiar y que estén alineados con objetivos definidos.

· Aprovechar los productos financieros con acompañamiento: Las cooperativas ofrecen alternativas con tasas favorables y asesoría constante.

Por todo lo anterior, planear las finanzas en familia no solo mejora la estabilidad económica, también puede convertirse en una oportunidad para fortalecer la comunicación y la confianza entre los miembros del hogar, pues involucrar a todos los miembros del hogar en la toma de decisiones financieras fomenta valores como la responsabilidad, la comunicación y el trabajo en equipo.

“El dinero suele ser una de las principales fuentes de conflicto en las familias, pero también puede convertirse en un punto de encuentro si se maneja de forma abierta y colaborativa. Según una encuesta que realizamos sobre gustos y preferencias, el 35 % de nuestros asociados sueña con tener casa propia. En Fincomercio hemos diseñado diversos productos para ayudar a las familias a cumplir ese sueño, concluye García.