El Centro Nacional de las Artes trae a la ciudad tres creaciones y adaptaciones del Teatro Matacandelas, declarado Patrimonio Cultural de Medellín y con más de cuatro décadas de trayectoria artística. En junio presentará tres obras que incluye dos funciones en las salas Delia Zapata y Fanny Mikey del CNA y una en Funza, Cundinamarca, como parte de la estrategia de circulación escénica: Ruta de Los Andes.

Con una combinación de propuestas para públicos diversos que van desde la evocación histórica y la crítica social hasta el teatro familiar y la relectura contemporánea de los clásicos, Matacandelas continúa consolidando su legado artístico de la mano con la estrategia de circulación del Centro Nacional de las Artres y su compromiso con la escena nacional.

La casa grande

Basada en la novela de Álvaro Cepeda Samudio, esta obra aborda la memoria de la masacre de las bananeras en una representación épica, coral y musical. Más que una narración literal, La casa grande propone una evocación colectiva desde lo simbólico, lo narrativo y lo musical, invitando al espectador a recordar, imaginar y comprender una herida histórica que sigue resonando en el presente.

Blanca Nieves: el embrujo de la manzana

Una divertida y colorida reinvención del clásico cuento de hadas. Con canciones, humor y juegos escénicos, esta obra está pensada para disfrutar en familia. Blanca Nieves vuelve al escenario con toda su inocencia y valentía, en una puesta en escena que celebra el poder de los cuentos y la imaginación colectiva.

Primer amor, de Samuel Beckett
Ruta de Los Andes

El Teatro Matacandelas presenta una nueva versión de este monólogo del maestro Samuel Beckett, retomando la esencia de la histórica puesta en escena del Teatro Fronterizo, pero con un enfoque renovado en escenografía, iluminación, elenco y dirección.
En escena, el humor trágico beckettiano se despliega con precisión quirúrgica. El protagonista, un hombre expulsado de su hogar tras la muerte del padre, se ve envuelto en una relación absurda y desoladora con una mujer, en lo que será su primera y única experiencia amorosa. La obra transita entre la ternura grotesca y el desprecio existencial, revelando la tensión constante entre risa y desamparo.

Esta función hace parte de la Ruta de Los Andes, una línea de circulación escénica del Centro Nacional de las Artes que busca fortalecer el acceso cultural en distintas regiones del país.