Daniela Silva, economista Scotiabank Colpatria.

La inflación de mayo se ubicó por debajo de las expectativas, con una variación mensual del 0,32% frente al 0,38% que esperaba el consenso de analistas en la encuesta del Banco de la República. El rubro que más contribuyó en términos mensuales fue el de alojamiento y servicios públicos, pero con una contribución menor a la registrada en el mes anterior; observamos una indexación más baja en los arriendos y también una variación negativa en el caso de los precios de la energía.

El segundo rubro que más contribuyó a la inflación fueron los alimentos, con una variación del 0,60% mensual, que es cerca de un 50% más bajo de lo registrado en el mes de abril. Aquí vimos caídas en los precios de algunas frutas, papas y otros tubérculos, así como variaciones modestas en varios alimentos de la canasta familiar. Sin embargo, es de destacar que la variación en alimentos fue más alta de lo que en promedio suele registrarse para un mes de mayo, lo que puede obedecer a algunos efectos estacionales dada la Semana Santa del mes de abril.

Ya hablando en términos anuales, vimos un retroceso en la inflación, pasando del 5,16% de abril al 5,05% en mayo, siendo este el nivel más bajo desde octubre de 2021. Las inflaciones básicas también registraron descensos: por un lado, la inflación que excluye alimentos pasó del 5,23% al 5,13%; mientras que la inflación que excluye alimentos y regulados pasó de un 4,90% a un 4,77%.

Así, las cifras pueden verse como positivas, teniendo en cuenta que representan un avance significativo frente al 5,20% con el que cerramos el 2024 y, de cierta forma, reafirman nuestra expectativa de un recorte de tasas de 25 puntos básicos en la próxima reunión de política monetaria del Banco de la República, en donde esperamos que la tasa se sitúe en un 9%.