Colombia encendió las alertas tras conocer el proyecto de ley tributario estadounidense llamado “One Big Beautiful Bill Act”, el cual propone imponer un impuesto de 3,5 % a las remesas enviadas por trabajadores extranjeros con o sin ciudadanía de dicho país. 

Este proyecto impactaría significativamente a Colombia, teniendo en cuenta que el flujo de remesas sigue en aumento y que se ha consolidado como la principal fuente de divisas, incluso por encima de las exportaciones de petróleo según Confecámaras. Solo en marzo, el país recibió bajo este concepto USD$1.089 millones, un incremento de 21,8 % frente al mismo mes del 2024.

En esa línea, el impuesto afectaría la economía de miles de familias colombianas que dependen de este ingreso de dinero para cubrir sus necesidades básicas; así lo afirma Tomás Bercovich, CEO y Co- Founder de Global66:

“En el 2024, más de USD$20 millones de remesas llegaron a Colombia desde Estados Unidos por medio de nuestra plataforma, las cuales son enviadas como apoyo familiar y se destinaron principalmente para ahorros, costear estudios, pagar servicios y cubrir gastos de salud. En ese sentido, el impuesto  reduciría significativamente el dinero que reciben los hogares, especialmente si se suman los costos adicionales de envío y tipo de cambio. Lo anterior limita la capacidad de consumo e impacta negativamente en las economías locales en donde se depende en gran medida de las remesas, generando una ralentización de la actividad económica”, indica.

Para entender el impacto, el experto dice: “Si un trabajador desde el extranjero envía a su familia en Colombia USD$50, considerando el impuesto del 3,5 % , el monto se reduciría a  USD$46,5. Posteriormente, al usar un servicio de envío de remesas como Global66 donde el costo de envío promedio es del 2.8 % quedaría un monto de USD$45,198; y si por el contrario se usa otra entidad financiera donde el costo de envío puede estar en un 6.2 %, le quedaría un monto de USD$43,617. Finalmente si se considera un tipo de cambio de $4.000 pesos colombianos, la familia pasaría de recibir $200.000 (USD$50) a $180.792(Global66) y $174.468 (otras entidades financieras)”.

Lo anterior  evidencia la disminución de ingresos que las familias colombianas pueden tener para sus gastos cotidianos y capacidad de compra de otros bienes y servicios. 

Con ese panorama, y entendiendo que la propuesta del impuesto aún está en proceso legislativo, los colombianos pueden tomar varias medidas para proteger sus remesas y adaptarse a los posibles cambios con el fin de mitigar el impacto económico. Una de las estrategias más efectivas es diversificar las plataformas de recepción de remesas, priorizando aquellas que ofrezcan comisiones más bajas, tasas de cambio más favorables y rentabilidades para generar mayor estabilidad financiera, en lugar de limitarse a los canales tradicionales.

“En Globa66 nuestro propósito es que los ciudadanos globales ahorren significativamente, por ello ofrecemos costos de envío con tarifas competitivas. Un muestra de ello es: en 2024, las remesas que llegaron a Colombia alcanzaron un récord de USD$11.848 millones; si la totalidad de esas remesas se hubiesen enviado a través de nuestras plataforma en lugar de los métodos tradicionales, los colombianos habrían ahorrado aproximadamente USD$402,9 millones en comisiones, equivalentes a cerca de $1,57 billones de pesos colombianos. Esto se debe a que la comisión promedio del mercado es del 6,2 %, mientras que Global66 cobra solo el 2,8 %”, explica Santiago Mejía, Country Manager de Global66 en Colombia.

Todo apunta que la clave está en prepararse cuanto antes, esto permitirá tomar decisiones informadas y estratégicas para proteger el bienestar económico a largo plazo. Adicionalmente, es recomendable fortalecer la educación financiera para que las familias administren mejor sus ingresos, establezcan presupuestos claros, ahorren de manera constante y consideren opciones de inversión seguras que les permitan incrementar su patrimonio con el tiempo.