AVC, el Centro de Servicios Compartidos del Grupo Aval, es la nueva etapa de A Toda Hora (ATH) que durante
AVC, el Centro de Servicios Compartidos del Grupo Aval, es la nueva etapa de A Toda Hora (ATH) que durante más de 30 años fue el sistema nervioso central del Grupo con miles de transacciones cada segundo y gestionando la extensa red de más de 86.000 corresponsales y casi 3.000 cajeros. AVC llega para crear nuevas experiencias a los clientes y adelantarse al futuro financiero digital.
Con este contexto, donde la eficiencia operativa y la experiencia del usuario son clave para la competitividad en los sistemas financieros, AVC, da un paso estratégico en su transformación digital al migrar la infraestructura tecnológica de CRM a Oracle Cloud Infrastructure (OCI).
Con la experiencia de más de 30 años en el mercado y una operación que impacta a millones de usuarios bancarios diariamente, AVC evoluciona su infraestructura para garantizar disponibilidad y estabilidad de sus servicios, especialmente en momentos críticos como el pago de nóminas o la distribución de subsidios del gobierno, asegurando una experiencia impecable para todos.
Así lo dice Carlos Alberto Santamaría, director del Centro de Excelencia CRM para el Grupo Aval, que destaca que “estamos en una operación 7x24x365, por lo que no hay tolerancia a las fallas, pues cualquier indisponibilidad de la información de clientes puede significar la interrupción de transacciones esenciales para millones de personas”. Y agrega que por eso están inyectando innovación disruptiva y escalabilidad de última generación: “Por eso necesitábamos una infraestructura con alta resiliencia, disponibilidad y que fuera una solución transversal para las entidades del Grupo AVAL que tuviera sinergias y economías de escala”.
Es que es un tema que toca la vida diaria de la gente, asegura Germán Borromei, gerente de Oracle para Colombia y Ecuador. Y agrega: “Imagina un día de pago, cuando millones de personas dependen de que cada transacción fluya sin problemas. Antes, mantener esa promesa requería una ingeniería titánica, un constante equilibrio para evitar cualquier tropiezo. Ahora esa compleja maquinaria se traslada a un terreno más sólido, más flexible: la nube de Oracle”.
¿Y cómo se traduce esto en beneficio del usuario? Mejor disponibilidad de los servicios de información de clientes que apalancan el servicio preventa y postventa, ofertas personalizadas fundamentadas en un mayor conocimiento del cliente y de sus interacciones y onboarding de clientes sencillo y efectivo.
Pero la historia no termina ahí. No solo se trata de que las cosas funcionen mejor cuando se necesita. Es también sobre la velocidad y la seguridad de cada toque, cada clic. La nube impulsa cada transacción con una agilidad sorprendente, como si cada operación tuviera alas. Y detrás de esa velocidad, hay una fortaleza invisible, una capa de ciberseguridad reforzada que protege cada dato, cada movimiento del dinero.
Y ¿si hay un fallo técnico inesperado? Pues la nube actúa como un escudo y AVC puede levantarse rápidamente, minimizando cualquier impacto en el día a día. Es como tener un plan B automático, invisible, que protege de cualquier contratiempo.
Pero quizás la parte más emocionante de esta historia es el futuro. Al liberar a sus equipos de las tareas más pesadas de mantenimiento, el CoE de CRM de AVC puede ahora enfocar su energía y su ingenio en crear cosas nuevas, en imaginar los próximos servicios financieros que harán la vida de cada usuario más fácil.
Esta alianza en la nube no es solo sobre arreglar lo que ya existe, sino sobre construir un mañana donde la innovación esté siempre al alcance de cada cliente, ofreciendo experiencias bancarias que hoy apenas podemos imaginar. Es una historia donde el usuario es el protagonista del siguiente capítulo.
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