La apertura a la tecnología es primordial para BMW Group. Además de la amplia gama de tecnologías de propulsión, el objetivo es reducir las emisiones de CO2 en todas las áreas.

BMW Group está convencido de que se necesitan todas las tecnologías disponibles para reducir el CO2 a lo largo de toda la cadena de valor. Por ejemplo, hay potencial para reducir el CO2 especialmente con combustibles que no se basan en materias primas fósiles.

“Cuando se trata de protección climática, cada tonelada de CO2 ahorrada cuenta. Los más de 250 millones de vehículos existentes en Europa son un factor importante aquí: Su balance de CO2 podría mejorar significativamente si se aumentara la proporción regenerativa del combustible. Nosotros vamos hacia adelante: A partir de enero de 2025, llenaremos todos los modelos diesel producidos en Alemania con HVO 100 antes de la entrega a los concesionarios el diesel HVO 100 es un sustituto de diesel de alta calidad con hasta un 90% menos de emisiones de CO2e en el balance general”, dice Oliver Zipse, Presidente del Consejo de Administración de BMW AG.

BMW Group ahora está enviando una señal clara y está implementando el llenado inicial de todos los modelos diesel producidos en Alemania a HVO 100. La abreviatura HVO significa “aceite vegetal hidrotratado” y la adición “100” indica que es al 100%, es decir, como combustible puro.

“Neste MY Renewable Diesel” es el combustible HVO 100 utilizado en las plantas de BMW Group en Múnich, Dingolfing, Regensburg y Leipzig, que producen anualmente más del 50 por ciento de los vehículos diesel de BMW Group. El combustible del fabricante finlandés Neste permite una reducción de GEI de hasta un 90 por ciento (“Well to Wheel”) durante el ciclo de vida del combustible, en comparación con el diesel fósil. El llenado inicial en las plantas antes de la entrega a la organización de ventas de BMW Group es de cinco a ocho litros, dependiendo del modelo.

Desde finales de mayo de 2024, el diesel parafínico HVO también se podrá vender en las estaciones de servicio en Alemania. El combustible se produce a partir de diversos desechos incluyendo aceites de cocina, así como residuos y otras materias primas renovables. Cumple con altos estándares de calidad y sostenibilidad, no se utiliza aceite de palma durante la producción además el producto no incluye biodiesel convencional.