Cartagena mantiene su dinamismo como epicentro aéreo del Caribe. En mayo, el Aeropuerto Internacional Rafael Núñez movilizó un total de 557.249 pasajeros, acompañado de 4.635 operaciones aéreas, consolidándose como una de las terminales más activas de Colombia.

Del total de viajeros movilizados, 431.093 correspondieron a vuelos nacionales y 126.156 a internacionales, lo que refleja no solo la sólida demanda turística y comercial interna, sino también el papel estratégico de esta ciudad histórica como puerta de entrada y salida del país hacia múltiples destinos del continente y el mundo. Esta distribución evidencia cómo Cartagena continúa posicionándose como un centro clave de conectividad aérea atractivo tanto para los colombianos como para los extranjeros que eligen a la Heroica por su infraestructura, oferta cultural y ventajas logísticas.

En cuanto a operaciones, se registraron 2.319 llegadas y 2.316 salidas, para un total de 4.635 movimientos aéreos. Estas cifras reflejan no solo el volumen constante de la actividad aeronáutica a nivel local, sino también la robustez operativa y la capacidad de respuesta del Rafael Núñez frente al crecimiento de la demanda. El equilibrio entre llegadas y salidas demuestra una planificación eficiente y una coordinación efectiva entre aerolíneas, operadores y autoridades aeroportuarias.

“En definitiva este comportamiento ratifica a Cartagena como un destino de talla internacional. Cada mes que pasa, más personas eligen a la Heroica para viajar, invertir o hacer turismo. En el Aeropuerto Internacional Rafael Núñez seguimos comprometidos con brindar una operación segura, eficiente y con visión de futuro”, comentó Carlos Cuartas, gerente del Aeropuerto Internacional Rafael Núñez de Cartagena. Asimismo, “estos más de 557 mil pasajeros no solo reflejan cifras: representan historias, oportunidades, negocios, conexiones familiares y crecimiento económico para la ciudad”.

Con este relevante resultado, la terminal área supera los 3 millones de pasajeros movilizados en lo que va del año, consolidando su papel como un motor clave del turismo, la conectividad y el desarrollo económico de la región. Además, coincide con el avance del proyecto de modernización del aeropuerto, una transformación estructural que no solo responde al crecimiento de la demanda, sino que también anticipa una experiencia de viaje más eficiente, sostenible y alineada con los más altos estándares internacionales.