Usualmente, algunos tutores de animales de compañía tienen en mente que compartir con un canino doméstico implica solamente ofrecerle alimento y brindarles afecto; sin embargo, existen otras responsabilidades que garantizarán la salud y el bienestar de estos fieles compañeros. Hoy en día, es más común ver familias de pocos integrantes que deciden compartir sus vidas con animales de compañía, los cuales ahora son considerados como  integrantes muy importantes del hogar.

Según las cifras proporcionadas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), se calcula que alrededor del 40.2 % de los hogares en Bogotá tienen una mascota, siendo en el 65.8 % de los casos un perro.

En este contexto, los tutores de perros deben ser conscientes y reconocer que hay enfermedades que pueden afectar a sus mascotas y, por lo tanto, es esencial realizar un control de los parásitos externos que son los que, con cierta frecuencia, les transmiten enfermedades infecciosas. Esto se debe a que los perros tienden a pasar más tiempo al aire libre y a interactuar con otros animales, los cuales podrían estar infestados con pulgas, garrapatas o ácaros.

Según la Organización Mundial de la Salud, entre el 70 % y 80 % por ciento de los perros tienen algún tipo de infestación por estos parásitos. En su mayoría, las pulgas y garrapatas se hallan en pastos altos, arbustos y árboles, ya que ahí es donde desarrollan principalmente su ciclo de vida; sin embargo, es necesario tener en cuenta que, gracias a ciertos hábitos y costumbres del ser humano, como la migración o las vacaciones, actualmente se encuentran capacitadas para sobrevivir dentro del hogar. Las pulgas tienen la capacidad de saltar hasta 30 centímetros de longitud, lo cual les permite instalarse en el pelaje de las mascotas y llegar fácilmente a los hogares de las mascotas aun cuando estas no salgan de casa, para luego poder alimentarse no solo de su sangre, sino también de la de otros miembros de la familia.