Por. Claudia P. Prada B.

Es la historia nunca antes contada del origen de Optimus Prime y Megatron, un relato que narra cómo pasaron de ser hermanos de armas, unidos en la lucha por cambiar el destino de Cybertron, a convertirse en enemigos acérrimos.

El planeta Cybertron se encuentra al borde de la decadencia, descomponiéndose lentamente mientras los robots mineros trabajan incansablemente excavando en busca de Energon, la preciada fuente de energía que mantiene el planeta en funcionamiento.

Entre estos trabajadores se encuentran Orion Pax (interpretado por Chris Hemsworth) y D-16), dos hermanos unidos por la dura vida en las minas, que aspiran a algo más que una existencia de trabajo agotador. Estos personajes, que el público conocerá como Optimus Prime y Megatron, se embarcan en una misión junto a B-127 (Keegan-Michael Key) y Elita para salvar su planeta antes de que sucumba definitivamente. A lo largo de su aventura, descubren una conspiración de gran magnitud que comienza a resquebrajar la relación fraternal entre Orion y D-16, revelando la semilla de su futura enemistad.

Esta película es entretenida para toda la familia. Hay mucho por disfrutar, desde la compleja dinámica entre Orion Pax y D-16 hasta la trepidante acción y la magnífica animación. Sin duda, es la mejor entrega de la franquicia desde su origen en 1986.

La historia está llena de momentos impactantes: situaciones en las que parece imposible que los héroes logren salir adelante, traiciones inesperadas, caídas dolorosas, sufrimiento y perseverancia. Todo ello enmarca una narrativa de hermandad y una lucha que va más allá de los combates físicos. No es la película revelación del siglo, pero logra algo especial: me dejó con el deseo de ver más, ansioso por descubrir lo que sigue en la saga.