El colon irritable, o síndrome del intestino irritable (SII), es una condición que afecta a una gran parte de la población y se caracteriza por síntomas como dolor abdominal, hinchazón, gases, diarrea o estreñimiento. Para quienes lo padecen, una de las principales preocupaciones es la alimentación, ya que ciertos alimentos pueden desencadenar o agravar estos molestos síntomas. 

Pues si no lo sabías, el SII perjudica aproximadamente al 11% de la población mundial, de acuerdo con estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque suele estar subdiagnosticado, lo que significa que muchas personas experimentan síntomas sin recibir un diagnóstico formal. Esta condición afecta tanto a hombres como a mujeres, aunque las mujeres tienden a reportar síntomas con mayor frecuencia.

¿Cómo, identificar los alimentos problemáticos para quienes padecen esta condición, y qué opciones dietéticas existen para reducir los síntomas?

Con el objetivo de ofrecer herramientas que ayuden a controlar los síntomas de esta enfermedad sin afectar la salud nutricional, el área de Promoción y Mantenimiento de la Salud de NUEVA EPS abordará las inquietudes más comunes de los afiliados sobre el manejo del colon irritable,

Es importante recordar que ciertos alimentos, como legumbres, cebolla, brócoli, col y lácteos, suelen desencadenar síntomas. Estos contienen altos niveles de FODMAP, compuestos fermentables difíciles de digerir que pueden causar gases y distensión. Además, aunque algunas frutas y vegetales, como la manzana, el mango y el aguacate, son considerados saludables, su contenido de FODMAP y fibra insoluble también puede agravar el malestar en personas con colon irritable.

Para reducir los síntomas, se recomienda optar por comidas pequeñas y frecuentes, evitar alimentos grasos y limitar el consumo de azúcares artificiales. Masticar bien los alimentos y beber agua a lo largo del día también facilita la digestión.

Al eliminar ciertos alimentos de la dieta, es ideal reemplazarlos por alternativas nutritivas, como arroz integral, avena y frutas bajas en FODMAP, como plátano y fresas. En caso de restringir varios grupos de alimentos, es aconsejable consultar a un profesional para asegurar una nutrición balanceada.

En conclusión, no existe una solución universal para el síndrome del intestino irritable, ya que cada persona puede reaccionar de manera distinta a ciertos alimentos o situaciones. Los desencadenantes varían y pueden requerir ajustes específicos en la dieta y el estilo de vida. Si padeces de colon irritable, te animamos a no minimizar estos síntomas ni automedicarte. Consulta a tu médico para obtener un diagnóstico adecuado y explorar opciones de tratamiento que se adapten a tus necesidades individuales.