El café colombiano se conoce en el mundo como el café suave más apetecido en el mundo entero y por ello nos reconocen en el concierto internacional.  Economiaydesarrollo.com habló con Jorge Antonio Salazar, un risaraldense que se fijó como propósito desde Dosquebradas hacer crecer el consumo interno de nuestro café suave.

EyD.: ¿Qué es Café Salma?

Jorge Salazar: Es una experiencia social, económica y sensorial exquisita con un café que es cultivado en la franja entre Apía y Santuario en Risaralda, en donde estamos apoyando a unas dos mil familias de pequeños caficultores, a su vez nos estamos orientando hacia el café blend, que es un café que combina distintas especies que quiere explotar los distintos sabores de la caficultura risaraldense.

Lo compramos en grano y lo procesamos, lo empacamos y lo distribuimos en Dosquebradas, le damos una tostión media, porque queremos incentivar el consumo de un café suave que es lo que caracteriza esencialmente al café colombiano.

En Café Salma queremos incentivar que podamos consumir un café de gran calidad a un precio razonable.

EyD.: ¿Cómo les va con la comercialización?

J.S.:  Estamos aprendiendo esto de la comercialización, ya que es un poco complejo el tema. Partimos desde la participación en las diferentes ferias a que nos invitan, damos a conocer nuestro producto con la degustación, vendemos producto, acompañamos la presencia de la marca con souvenirs relacionados como los mugs, cafeteras, prensas, molinos y queremos que sea una presencia integral alrededor del café.

Café Salma se consigue de momento en el entorno risaraldense y con perspectivas de ampliar su rango de comercialización en otros sitios del país.

EyD.: ¿En términos de exportación que posibilidades tiene?

J.S.:  Estamos trabajando en este tipo de acercamientos y tenemos las posibilidades de lograrlo, en principio vemos muy cercano a Estados Unidos como un posible cliente, lo mismo estamos conversando para exportar a Israel. Esperamos lograrlo en muy corto plazo.