Hasta el próximo 26 de noviembre hay tiempo para que personas entre los 16 y los 35 años se presenten
Hasta el próximo 26 de noviembre hay tiempo para que personas entre los 16 y los 35 años se presenten a la convocatoria rumBo, el programa que facilita el acceso y permanencia de los jóvenes de la ruralidad en programas académicos con impacto en municipios priorizados de los departamentos de Antioquia, Boyacá, Casanare, Chocó, Córdoba, La Guajira, Huila, Meta, Nariño, Santander, Sucre, Tolima y Vichada.
rumBo es un fondo de inversión al que las personas acceden para financiar sus estudios luego del colegio, y gracias al cual pueden obtener recursos para su matrícula y manutención, que son condonables hasta por el 100%.
A propósito de este llamado, María Fernanda Díaz Trujillo, directora de la Fundación Grupo Bancolombia, envía un mensaje a los jóvenes del campo colombiano, en la búsqueda de reforzar la invitación a formarse en capacidades que enriquezcan las actividades productivas del campo y así construir en conjunto por el desarrollo sostenible del país:
A nuestros jóvenes en la ruralidad
Cada día nos levantamos con ustedes en mente. Conocemos la ilusión que tienen de prepararse y sabemos que quieren trabajar, que son entusiastas y que están llenos de buenas ideas.
Es imposible desconocer que estamos en un país de vocación agrícola, y que nuestro campo colombiano ha sido un escenario clave para el desarrollo de nuestra economía. Por otro lado, también ha afrontado realidades complejas, y en muchas ocasiones es el telón de fondo de grandes problemáticas, todas ajenas a ustedes (pero sí que han tenido que sufrir las consecuencias).
Por eso, y gracias al “Diagnóstico de inclusión productiva para población joven rural y rural dispersa en Colombia”, realizado por la Fundación Grupo Bancolombia de la mano de la Fundación Aurelio Llano Posada, nos hemos propuesto responder en dónde están las oportunidades de trabajo rural para que las becas que ofrecemos a nuestros jóvenes del campo conecten directo con la empleabilidad.
Nuestro trabajo solo tendrá éxito si logramos que ustedes y sus familias vean con claridad las oportunidades que tenemos a su disposición. No habremos cumplido si no comunicamos correctamente por qué estamos insistiendo en una formación técnica y tecnológica, y en unos campos específicos de conocimiento.
No hablamos únicamente de formación para el agro. Hablamos de oportunidades transversales para siete cadenas productivas. No queremos que se conecten con trabajos aburridos, y menos que sean mal remunerados.
Las oportunidades que detectamos están en el campo de la ingeniería de software, informática y analítica de datos, en tecnología en gestión de agroindustrias alimenticias, en gastronomía y procesos hoteleros y de servicios, en temas ambientales, bioquímica, administración, manejo y comercialización agroforestal e, incluso, electrónica y multimedia. Las opciones para nuestros jóvenes de la ruralidad no están solamente en las ciudades principales: están en Necoclí, San Pedro de Urabá, Apartadó, Carepa, Chigorodó, Tibaná, Chiquinquirá, Sotaquirá, Villa de Leyva y Ventaquemada; o en Garagoa, Villanueva, Monterrey y Pore, para nombrar solo algunos de los territorios donde sabemos que se necesita este talento. ¡Aprovechémoslas!
Queridos jóvenes: ustedes han respondido contundentemente que entienden que la educación es útil, y que ella les permitirá aprender habilidades para el trabajo y para perseguir sus sueños y alcanzar sus metas. Los países y regiones del mundo que han alcanzado desarrollo económico en cuestión de décadas lo han hecho priorizando la formación técnica y tecnológica, que por supuesto puede ser complementada luego con la universitaria.
Hoy más que nunca debemos seguir formándonos si queremos un país más competitivo y con mejor calidad de vida. Un país que salga de la producción primaria, que se destaque por su alto capital humano y por su apropiación de la tecnología para atraer la inversión.
Hago esta carta mientras, con nuestro equipo de la Fundación Grupo Bancolombia, recorremos las regiones hermosas, exuberantes y biodiversas del país, y entre tanto me pregunto cómo seguir honrando eso que nos hace levantar cada día para promover desarrollo sostenible buscando el bienestar de todos.
¿Cómo funciona rumBo?
- rumBo se encarga de pagar los costos de matrícula y, adicionalmente, una manutención de hasta $3,1 millones semestrales para cubrir los gastos que generan los estudios.
- Una vez se gradúa el beneficiario, el fondo le condona como beca el 100 % de la matrícula y hasta un 70% de manutención.
- Para el caso de quienes estudien carreras técnicas o tecnológicas, pueden obtener una beca del 100% de los costos de matrícula y manutención.
- Durante el periodo de estudio solo pagarán cuotas desde $45.000 pesos mensuales, llamadas “cultura de pago”. Estos recursos servirán para financiar los estudios de más jóvenes de nuestro país. Posterior a la graduación, y una vez ingresen a la vida laboral, el porcentaje que no sea condonado es retornado al fondo. La cuota de retorno será, máximo, del 15% de los ingresos.
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